LIMA.- La Biblioteca Nacional de Perú se encuentra en plena campaña diplomática con el propósito de recuperar el patrimonio bibliográfico que fue llevado a Chile a finales del siglo XIX como "botín de guerra".
El director de la Biblioteca Nacional, Sinesio López, detalló hoy a EFE que Perú ha abierto un diálogo con las autoridades chilenas para intentar que se identifique este patrimonio bibliográfico, proceso en el que "se han producido avances", según dijo.
Unos avances prometedores, ya que hace tres años, cuando López puso en marcha su iniciativa, las autoridades chilenas negaron la existencia de botín alguno.
En 2002, López galvanizó con su iniciativa una "corriente de opinión" con el propósito de recuperar el cuantioso patrimonio bibliográfico que pasó a Chile como parte del "botín de guerra" que obtuvo ese país durante la llamada Guerra del Pacífico (1879-1884).
El director de la biblioteca peruana dijo entonces que la iniciativa buscaba "tender un puente" entre la sociedad civil y los intelectuales peruanos con sus pares chilenos para "formar la conciencia de que se debe devolver ese patrimonio".
Su homóloga de la Biblioteca Nacional de Chile, Clara Butnik, respondió en aquellas fechas que desconocía la existencia de algún "botín de guerra" formado por libros peruanos, y manifestó su extrañeza porque López hubiera informado del tema "de manera informal e indirecta".
López constató hoy que "se ha avanzado en conversaciones con el ministro de Educación de Chile", y detalló que el año pasado él mismo celebró una reunión informal sobre el asunto con el ministro de Educación peruano, Nicolás Lynch.
En aquella conversión se habló de "poder concretar la demanda que habíamos formulado de devolver el patrimonio bibliográfico que está en Chile", indicó.
Agregó que el titular chileno de Educación, Sergio Vitar, le propuso viajar a Santiago para que, junto a Butnik, examinara cuáles podían ser los libros de procedencia peruana, aunque dicha invitación aún no se ha producido de forma oficial.
Aún así, López consideró interesante este puente de diálogo y calificó de "saludable, en el sentido de abrirse a conversar del tema y ver qué solución hay".
"Me parece muy positivo que hayamos avanzado en una conversación de directores, en un tema que en algún momento fue muy tenso, que negaron, y el año pasado se dio ya a un nivel más oficial, en el cual todavía hay avances que no se concretan, pero ya se han abierto las puertas", explicó.
López aclaró que la petición peruana no busca "echarle más sal a la herida", en referencia a las diferencias históricas entre ambos países, sino que busca "resolverlas en todo caso bien".
Los especialistas e historiadores peruanos no saben con exactitud la cantidad de libros y documentos que fueron llevados a Chile después de que los militares de ese país ocuparan Lima en 1881 hasta su retirada en 1883.
El escritor Ricardo Palma, que asumió la dirección de la Biblioteca Nacional de Perú en 1884, hizo un recuento de los libros y señaló que de 30.000 ejemplares que había antes de la guerra, sólo quedaron 300 en el edificio convertido en cuartel general de las fuerzas de ocupación chilena.
A Palma, autor de las "Tradiciones Peruanas", se le conoció durante su gestión como el "bibliotecario mendigo", ya que se dedicó a reconstruir el patrimonio bibliográfico nacional solicitando libros a intelectuales y organizaciones de todo el mundo.