 George Lucas y su saga galáctca fueron homenajeados en Cannes. |
CANNES, Francia.- "Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana..."
Fue hace 28 años cuando las famosas palabras llegaron a las pantallas. El domingo, la serie de películas de mayor éxito del mundo se acercó a su fin con el estreno del sexto y último episodio de "La Guerra de las Galaxias".
Uno de los estrenos más esperados y profusamente promocionados de los últimos años, "La Guerra de las Galaxias: Episodio III - La venganza de los Sith" de George Lucas, tuvo su estreno en Cannes, con alfombra roja y dobles de Darth Vader y Storm Troopers, sus soldados.
El director George Lucas estuvo acompañado de las estrellas del largometraje, tras haber recibido un premio del Festival de Cine de Cannes al principio del día a bordo del lujoso trasatlántico Queen Mary 2, atracado en la turística localidad especialmente para la ocasión.
Aunque la película, que costó 115 millones de dólares, no entra en competición en Cannes, todos los demás eventos quedaron olvidados ante el mito cinematográfico.
Cientos de estridentes seguidores intentaron estrechar las manos de Lucas y Natalie Portman, quien interpreta a la reina Amidala en la segunda trilogía. El día tuvo tantas emociones como glamour, ya que más de uno derramó lágrimas al ver la película.
Tras la proyección para la prensa en el Gran Teatro Lumiere, cientos de fans y periodistas aclamaron y aplaudieron al final, y algunos expresaron su sorpresa por la tenebrosidad del retrato de la transformación de Anakin Skywalker en Darth Vader.
La terrible y horrorosa escena le ha supuesto al film recibir la categoría de PG-13 en Estados Unidos, lo que indica que la película puede ser inapropiada para menores de 13 años, algo considerado como el mayor obstáculo para que la cinta se convierta en un completo éxito de taquilla.
Para muchos apasionados de La Guerra de las Galaxias, será una despedida emotiva a una serie que ha sido objeto de culto y ha impulsado hasta el infinito los efectos especiales y el sonido en el cine.
Las críticas previas habían sido positivas. La revista Variety dijo que era "considerablemente más satisfactoria que los decepcionantes Episodios I y II y da a la serie la clase de final que algunos aficionados ya no esperaban ver".
Conflicto generacional
Lucas dijo a los periodistas que no estaba demasiado preocupado por la reacción negativa a los Episodios I y II de la trilogía precuela.
"Hemos descubierto en los últimos años ... que tenemos dos bases de seguidores", dijo. "Una está por encima de los 25 años y la otra por debajo de los 25".
"Las películas que no le gustan a esta gente (mayores de 25), las dos primeras, actualmente son adoradas por los aficionados menores de 25".
Episodio III explica cómo el caballero Jedi Skywalker se pasa al lado oscuro. En una de las escenas más poderosas del filme, Skywalker se convierte en el alto y oscuro Vader.
En Cannes, los aplausos estallaron cuando emite su primera y siniestra respiración a través del respirador, haciendo regresar a los espectadores a 1977, cuando Vader se alzó por primera vez ante las audiencias.
El actor Samuel L. Jackson, que interpreta a Mace Windu en la última trilogía, dijo que Episodio III cambiará la forma en la que vemos a Vader.
"Lo solíamos ver sólo como un puro demonio, porque no sabíamos mucho sobre él", dijo a Reuters en Cannes.
"Ahora que sabemos cómo llegó a ese lugar, se nos parece más una figura trágica que diabólica".
Los grandes seguidores británicos de la película pagaron hasta 250 libras (unos 464 dólares) por pase para asistir a la proyección el lunes de los seis episodios, uno tras otro.
Incluso con este fin, La Guerra de las Galaxias no desaparecerá del todo. Historietas, versiones de televisión y otros productos relacionados seguirán llenando las arcas de Lucas.
La Guerra de las Galaxias ha recaudado más de 3.500 millones de dólares en las taquillas y se estima que alrededor de 9.000 millones de dólares en ventas de mercadería.