BOGOTÁ.- El cantante español Miguel Bosé llega esta semana a Bogotá para un concierto que busca recoger fondos para construir un hospital que atenderá a las víctimas de minas antipersonales en el conflicto colombiano.
Bosé llegará a la capital colombiana el domingo procedente de Ecuador, en donde se presentaré el 19, 20 y 21 de mayo junto con la cantante mexicana Julieta Venegas, en el marco de una gira por América Latina que inició en febrero para promocionar su nuevo disco Velvetina.
Esta gira ha incluido presentaciones en Guatemala, Venezuela, Panamá México y República Dominicana.
En la capital colombiana Bosé actuará la noche del lunes 23 acompañado de la Orquesta Filarmónica de Bogotá en un concierto que tendrá como escenario la plaza del Jubileo del centro de recreación Compensar, que posee un vistoso juego de fuentes de agua y luces que se combinan en forma interactiva.
Bajo el alero de Unicef
El anuncio de la presentación fue realizado por el vicepresidente Francisco Santos y por el representante de la Unicef en Bogotá Manuel Manrique Castro, quienes informaron que, en desarrollo de un plan integral contra las minas que adelanta el gobierno colombiano.
Los dineros recaudados con el espectáculo serán administrados por Unicef y se destinarán a construir un centro de rehabilitación integral para las víctimas de las minas en la ciudad de Bucaramanga, capital del departamento de Santander (centro-este).
Allí se atenderá a las víctimas de esos artefactos en los departamentos del noreste de Colombia, una zona de frecuentes combates con la guerrilla y los paramilitares.
La participación de Bosé se concretó durante su visita en marzo pasado a Colombia en la cual realizó una presentación que llenó casi por completo la plaza de toros de Bogotá
Después de Camboya, Afganistán y Angola, Colombia es, con unos 100.000 artefactos sembrados en poblaciones de 30 de sus 32 departamentos, el cuarto país más minado del mundo y el único de América Latina donde los actores armados ilegales continúan usando este tipo de artefactos.
Aunque en más del 65% los afectados son los militares, la población civil, campesinos principalmente, aporta un número significativo de víctimas, muchos de ellos niños.
Según un informe del gobierno colombiano en 2003 las explosiones de minas ya provocaron más de 600 víctimas, de las que unas 170 murieron.
En 2000 Colombia ratificó la Convención de Ottawa, para eliminar el uso de las minas antipersonales como arma y que contempla la atención médica y sicológica para las víctimas de esos artefactos bélicos.
