LOS ÁNGELES.- De Los Ángeles a Londres y de Santiago a Beijing, el inminente estreno de la sexta película de "La guerra de las galaxias" desató algo parecido a una locura global. Fans en todo el mundo desfilan por ahí ataviados con sus uniformes favoritos de la saga de ciencia ficción y comprando todo tipo de productos relacionados con la historia.
Tanta expectación y júbilo ayudan a explicar por qué las cinco películas anteriores de la saga son sin duda más exitosas en la historia de la industria del cine, comercialmente hablando, claro. En total, la serie recaudó 3.500 millones de dólares en taquilla. En comparación, la trilogía de "El señor de los anillos" recaudó 2.800 millones.
Las películas también generaron una increíble rentabilidad de la inversión. La original "La guerra de las galaxias" costó 11 millones de dólares en 1977 y recaudó 800 millones. Tres años después, "El imperio contraataca" ganó 532 millones de dólares sobre un presupuesto de 18 millones, mientras que "El retorno del jedi" ingresó 573 millones en 1983, sobre un presupuesto de 33 millones.
"Episodio I - La amenaza fantasma", en tanto, costó 115 millones de dólares en 1999 y recaudó 922 millones. En 2002, "Episodio II - El ataque de los clones" costó 120 millones e ingresó 650.
Pero lo que le da a la trilogía el estatus de mayor éxito comercial en la historia de Hollywood es la revolución que generó en el merchandising de una película.
Los derechos televisivos y las ventas de videos y DVDs suman un estimado de 10.000 millones de dólares más. Y los productos basados en "Star Wars" reunieron otros 9.000 millones de dólares.
"La guerra de las galaxias: Episodio III - La venganza de los Sith" es la sexta película de la serie y la última, según su creador, George Lucas. Este film llevó las conexiones comerciales a un nivel sin precedentes.
Entre los productos más destacados está el "Darth Tater", del fabricante de juguetes Hasbro Inc., una nueva versión del popular juguete en forma de patata "Mr. Potato Head" hecha a imagen y semejanza del temible Darth Vader.
Pero los millones de fans que se toman muy en serio la saga, deben sufrir al ver a sus reverenciados personajes utilizados para promocionar por primera vez productos que nada tienen que ver con la película.
El sabio y místico Yoda vende Pepsi. Chewbacca ofrece sus sonidos para los teléfonos de Cingular Wireless, una importante compañía de telefonía móvil. Y el malvado Darth Vader está promocionando M&Ms realizados con chocolate negro.
País Star Wars
Economistas calcularon que si "La guerra de las galaxias" fuera un país, se ubicaría, con sus ganancias de 22.500 millones de dólares, en el puesto 67 del ranking mundial del Banco Mundial basado en los productos brutos internos anuales de los países detrás de Luxemburgo, Túnez y Guatemala y delante de Siria, Serbia y Montenegro y Omán.
El invento de Lucas generó dos veces más dinero que cada uno de los PIBs anuales de Uzbekistán, Jordania y Estonia y cuatro veces más que los de Malta, Afganistán y Macedonia.
Esto convirtió a Lucas en uno de los hombres más ricos del mundo del espectáculo y además debe haber puesto los pelos de punta a los ejecutivos de Universal Pictures y United Artists, que rechazaron el proyecto del joven cineasta en 1975.
Incluso los jefes de Fox, que aprobaron el proyecto, cometieron uno de sus mayores errores cuando aceptaron la propuesta de Lucas de recortar sus honorarios a 500.000 dólares a cambio de darle el control de las secuelas y los derechos de comercialización.
El poder exclusivo de Lucas para determinar el destino de "La guerra de las galaxias" es visto como la razón por la que algunas películas fueron perjudicadas con guiones torpes y diálogos convencionales.
Mi rancho
Pero también evitarán que el hambre de Hollywood por nuevos hits continúe alimentando una saga interminable de películas de ese estilo.
En vez de eso, Lucas está trasladando las instalaciones de su enorme productora desde el legendario Skywalker Ranch, en el norte de California, a un nuevo complejo en una antigua base militar del Ejército estadounidense con vistas al Golden Gate Bridge de San Francisco.
El parque del Presidio contará con 10.000 kilómetros de cables de fibra óptica, 4.000 procesadores y 150 terabytes de almacenamiento: El sistema informático de la compañía multiplicará su poder y velocidad, y podrá trabajar diez veces más rápido que hasta ahora.
"No quiero ser Pixar", comentó Lucas a "The New York Times", en referencia al estudio de animación y su necesidad de megahits. "Estoy intentando construir una compañía donde no hacemos milagros pero hacemos un buen trabajo".
Eso no significa que Lucas, de 61 años, esté pensando en retirarse. Según aseguró, quiere concentrarse en utilizar la tecnología digital para crear nuevas formas de entretenimiento. "Tenemos la oportunidad de hacer el mejor trabajo en las artes digitales: cine, efectos especiales, juegos y animación", dijo Lucas al "San Francisco Chronicle".
