"Impressive... most impressive"
- Darth Vader, El Imperio Contraataca -
Impresionante. Aún cuando uno pueda pensar que Chile es uno de los "planetas" más lejanos de la Galaxia, resulta sorpresivo que el poder de la Fuerza, tanto del lado oscuro como del luminoso, esté vivamente presente entre nosotros.
Son las 22:00 horas del miércoles 18 de mayo de 2005 y podría ser éste un día como cualquier otro, con mucha lluvia quizás, pero sin nada de especial. Sin embargo, el 18/05 estaba marcado en el calendario de muchos y era esperado con ansias porque ayer, por fin - en estricto rigor desde las 00:01 de hoy-, se revelará uno de los mayores secretos hiperespaciales: cómo el joven Anakin Skywalker acaba bajo la oscura y fatídica máscara del odiado/amado Darth Vader.
La última creación de George Lucas viene a poner un punto final necesario para una saga que partió en 1977 y que, aún cuando fue entregada en desorden y con tres episodios menos que los que se tenían pensados, se transformó en una de las historias más fascinantes que ha entregado Hollywood.
Sólo esa razón basta - hay más sin duda, pero innecesarias de mencionar- para entender que hoy sea posible toparse cara a cara con Yoda, R2D2, la Princesa Leia y la Reina Amidala además de un sinnúmero de caballeros Jedi, malvados Sith y aguerridos guardias imperiales.
Si fuera esto un concurso de disfraces, varios merecerían el primer lugar. Pero no. Vestir una capa oscura y larga, usar un casco de soldado o empuñar un sable láser va más allá del mero interés por lucir. Para estos fanáticos, asemejarse a uno de los personajes de Star Wars es un privilegio, casi una bendición.
Y es que gran parte de estos seguidores pertenece al club oficial de la película en Chile que se formó en 1996. Son ellos los que están de fiesta esta noche, celebrando el estreno mundial de "Episodio III, La venganza de los Sith", con un desfile de personajes, exposición de maquetas y concursos y juegos que transformaron al CineHoyts (exhibirá la película en once de sus salas) en un verdadero centro espacial.
El presidente del Fan Club, Osvaldo González, de 35 años, comentó a Emol que "para nosotros ésto no es el fin, sino más bien un cierre, una complementación. El episodio 3 simboliza la unión de generaciones, además de que dilucidará todas nuestras dudas".
Además explicó que el hecho de disfrazarse les permite "entregar a la gente toda la fantasía de lo que significa la Guerra de las Galaxias. No nos creemos los personajes, pero los vivimos y lo hacemos al máximo".
Y los festejos se entienden. Han pasado ya 28 años desde que la frase
"Hace mucho tiempo, en una Galaxia lejana, muy lejana" marcara para siempre a todos aquellos que – entonces aún siendo niños- se deslumbraron con las naves batallando en el sinfín de la galaxia y con la historia de un grupo de hombres que busca la paz, la libertad y el respeto por los valores, contra otro que sólo quiere el poder para dominar y matar.
Porque a la postre, eso es lo que es Star Wars, la eterna lucha entre el bien y el mal que apasiona, encanta, enseña, sorprende y, por sobre todo entretiene.
Y a partir de las 00:01 horas de mañana jueves (en un par de horas más, al cierre de este despacho), cuando la lucha entre Anakin y Obi-Wan Kenobi esté en su máximo fulgor, los más de 30 mil espectadores que verán la primera proyección en cines, volverán a emocionarse, reír, llorar – también-, y encantarse con el nuevo capítulo de la saga (tercero en orden cronológico, último en revelarse al mundo).
Será un premio para tantos que compraron su entrada hace un mes, para aquellos que hoy llegaron al cine antes que abriera sus puertas, para los que a pesar de la lluvia se pintaron la cara para ser Darth Maul, o los que ahora soportan el calor de estar bajo el traje de Chewbacca.
Sin duda habrá tiempo luego para saber si la película gustó o no a los fanáticos. Lo cierto es que esta noche, en este "planeta" Chile, ambos lados de la fuerza dijeron presente y, obviando las enormes diferencias que los separan en la pantalla, se reunieron para disfrutar como niños y como grandes. Que la fuerza los acompañe.
