El director de escena alemán Alfred Kirchner. |
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"Lohengrin" será presentada en el Teatro Municipal de Santiago los días martes 21, sábado 25, martes 28 y jueves 30 de junio, con un reparto internacional que integrarán el tenor John Horton-Murray (Lohengrin), la soprano Susan Anthony (Elsa), el bajo Fyodor Kuztnesov (Rey Enrique), el bajo barítono James Jonson (Telramund), y la soprano Jeanne-Michèle Charbonnet (Ortrud). También intervendrán Ales Jenis, Diego Saavedra, Iván Rodríguez, Ricardo Seguel y Sergio Gómez.
Las entradas para "Lohengrin" están a la venta en Boleterías del Teatro Municipal y Parque Arauco y a través de Fonoventas (800 471000) y su valor fluctúa entre 9 mil y 94 mil pesos. |
SANTIAGO.- Una novedosa producción de la ópera "Lohengrin", de Richard Wagner, presentará el Teatro Municipal de Santiago en el segundo título de la Temporada Lírica 2005. En ella intervendrá un equipo de artistas de gran nivel, que prometen caracterizar este montaje con un alto vuelo creativo.
Por una parte, Alfred Kirchner, un importante hombre de teatro alemán que el año pasado sorprendió gratamente a la crítica y al público con su magnífica régie en la ópera "Peter Girmes", de Britten, nos ofrecerá una puesta en escena centrada en los aspectos sicológicos de los personajes. Como él mismo escribe "Lohengrin es considerada una o, mejor dicho,
LA ópera romántica. Un mundo sumergido en música. Pero esta actitud romántica, a menudo se posa como un velo sobre la obra misma, que debe ser levantado, para vislumbrar la maravillosa vivacidad de sus personajes".
Su trabajo está encaminado a revivir la obra de Wagner como un todo integral. "Escuchar con los ojos, ver con los oídos. Eso significa, en definitiva, una escenografía no como un accesorio poco comprensible de la música, sino que ambas en equilibrio, tal como Richard Wagner deseó y entendió la obra de arte integral para el teatro", ha dicho.
A él se unirá el destacado escenógrafo chileno Ramón López, quien ha realizado un trabajo diferente, innovador, que marcará el desarrollo de la acción en pleno siglo XX. Dice que "buscamos un lugar poético, es decir, un espacio que permita hacer teatro activo, que pueda realizar milagros, que pueda ser día y noche, que permita representar en música los conflictos de las personas y las leyendas que las rodean, haciéndolas creíbles".
La diseñadora chilena, radicada en Alemania, María Elena Amos, quien debuta en el Teatro Municipal siendo en la actualidad reconocida en toda Europa como una de las más talentosas diseñadoras teatrales, aportará su visión artística de Lohengrin a través de un vestuario que delatará su visión de los personajes: colores contrastantes para protagonistas y antagonistas y telas con texturas muy trabajadas.
Por último, la partitura de Richard Wagner revivirá bajo la batuta del maestro Maximiano Valdés, quien tendrá la responsabilidad de dirigir a la Orquesta Filarmónica de Santiago y al Coro del Teatro Municipal sobre el escenario.
La obra
"Lohengrin" –en tres actos- escenifica la historia de amor de Elsa de Brabante y un misterioso caballero cubierto por una armadura de plata resplandeciente llamado Lohengrin. Fue estrenada en Weimar, el 28 de agosto de 1850.
El magnífico preludio de esta ópera, con sus sonidos celestiales y luminosos, nos lleva al mundo misterioso del Grial (el Santo Cáliz en el que Jesús sirvió el vino durante la Última Cena). Según la leyenda, el cáliz recogió su sangre más tarde. Parsifal fue el principal caballero a cargo de custodiar el Grial. Wagner convierte a Lohengrin, otro guardián, en el héroe de la ópera. La misión de estos caballeros, para cuyo cumplimiento estaban dotados de poderes sobrenaturales que los hacían invencibles, consistía en la defensa de la justicia y la lucha contra el mal en la tierra. La gran adversaria de Lohengrin es Ortrud, poseída por su poder mágico, heredera de la antigua sabiduría de las runas; de esa manera, el drama se convierte casi en una confrontación entre el cristianismo y el paganismo.
"Lohengrin" es una gran creación de Wagner. No hay una sola escena que no esté llena de poesía y vida dramática, el lenguaje es noble y bello. En esta obra, el compositor vuelve a ser un maestro del contraste: el mundo de la fe se opone al de la incredulidad, de la superstición; al diáfano Grial (que aún no poseía la mística del mundo de Parsifal), se opone la desconfianza abismal, la magia, la voluntad de destrucción. Wagner es un auténtico poeta allí donde destaca la invulnerabilidad de quienes luchan con una fe profunda y un convencimiento pleno y allí donde describe la confianza como el lazo más firme que puede unir a los hombres.
Respecto a la música, es el punto culminante de la ópera romántica alemana, al mismo tiempo que es un drama musical. Wagner delimita musicalmente dos mundos opuestos: la pureza luminosa del caballero del Grial y el oscuro mundo de la magia de Ortrud.
