El debutante 29/6/2005

Alejandro Gómez se inició a los 23 con Solar, uno de los grupos significativos del rock chileno en los ’90. Hoy tiene 33 y acaba de debutar otra vez, con más nervio que antes: su nuevo grupo se llama Alamedas y ya tiene un disco listo para publicar en agosto, hecho en cuatro semanas. "Es como una cámara digital", dice Gómez en 2005, un debutante con experiencia.


Alejandro Gómez. El ex cantante de Solar ya tiene nuevo grupo: Alamedas.David Ponce


Hace tres semanas, con una actuación en la radio de la Universidad de Chile el jueves 9 de junio, debutó en vivo un grupo nuevo en Santiago. Aunque nuevo sea un término discutible. En la base rítmica formada por Leo Quinteros (bajo y coros) y Emiliano Gómez (batería), Quinteros tiene una vida aparte como solista y su disco 1A (2004) es el acierto más reciente del sello Cápsula Discos. Y los dos guitarristas, Alejandro Gómez y Ricardo Contesse, tocaron durante once años, entre 1993 y 2004, en uno de los importantes grupos del rock iniciado en los 90 en Chile, Solar.

Pero el nombre de este grupo es Alamedas, y el de esa noche fue un estreno, no una junta de viejas glorias. Lo que hicieron el 9 de junio fue tocar de punta a cabo las canciones nuevas de su primer disco, que será lanzado en agosto por el sello Irrepetible y que además contiene una traducción de la canción "Light pours out of me" ("La luz se fue de mi"), del grupo post-punk inglés Magazine (1977-1981), heredero directo de los Buzzcocks. Alejandro Gómez tiene 33 años y este es su nuevo debut.

"A los 33 es muy diferente que a los 23. No sé si es una ventaja o una desventaja, pero a los 23 yo no tenía nada claro, no manejaba ningún tipo de certeza. Había mucha pasión, mucho amor y muchas ansias de hacer algo importante como grupo", compara. "A los 33 ya sé qué cosas hacer y no hacer".

–¿Qué cosas?
"Por ejemplo, yo estuve diez años en Solar, poco más o poco menos, y sólo hay tres registros discográficos", dice, en alusión a los discos Play (1997), Sábado (2001) y Sentido común (2003). "Y eso es muy poco. Hasta los 35 tengo que ser capaz de producir discos en menos tiempo. Eso de estar listo a los dos años y demorar un año en grabar un disco, pienso que tiene que ver con la época, también".

–¿Es el momento de hacer música más instantánea?
"Bueno, mi objetivo es entrar ya a grabar de nuevo en diciembre, y ojalá me demore menos incluso. Es como una cámara digital. Si está el momento preciso, la luz precisa, todo coincide, tú lo sientes".

Alamedas se formó así de rápido. Alejandro Gómez y Ricardo Contesse se reunieron en diciembre pasado, el grupo quedó completo en el verano y grabó en marzo con el ingeniero Gonzalo Chalo González. Tras la despedida de Solar en enero de 2004, Gómez había dirigido un taller de música en Balmaceda 1215 y, entre junio y agosto, compuso una pieza de seis minutos para ochenta músicos que, por medio del productor inglés Barry Sage, fue grabada con una orquesta sinfónica en Berlín. Se llama "Alameda". Y el título reapareció en el nombre del grupo y en dos de sus canciones, "Alameda 3" y "Alameda 4".

"Es una historia instrumental de cinco partes. Es muy cabezón", describe. "Me sirvió para que surgieran estos dos tracks en el disco nuevo. Significa que hay un hilo conductor. Cuando me junté con Ricardo (Contesse) empezamos a tocar y salieron todos los embriones de las canciones. Y el simple ejercicio de que haya timbres sonando y que dos guitarras se puedan acoplar y haya un pulso y un ritmo y acordes mezclados que provocan armonías unos con otros… eso fue armando el asunto".

–¿Cómo se incorporó tu hermano en la batería?
"Fue más por llevarlo a un ámbito familiar que por armar un grupo. No hay luchas de egos, esto también es diferente a los 33. A los 23 cada uno quiere resguardar y hacer notar su posición en el grupo y es fácil empezar con rencillas que pierden el foco de la música. Tenía la certeza de que si involucraba a mi hermano iba a resultar todo bien".

–¿Y Leo Quinteros?
"Una vez nos juntamos y me preguntó por qué no lo probaba. Llegó y no faltó nunca más a ningún ensayo hasta que entramos a grabar el disco".

–Él hizo la traducción de la canción de Magazine.
"Sí, la hizo en el estudio. Yo estaba en disposición de hacerlo en inglés, pero el Leo, por iniciativa personal, agarró internet, lo vi sentado durante largo rato, tenía un diccionario, hizo su traducción y me dijo Ésta es mi versión en castellano. Tuve por primera vez esta sensación de estar en un grupo, de que, aparte de las individualidades, estaba funcionando como una colectividad".

Las canciones de Alamedas suelen ser bien explícitas. "Chileno" interpela al auditor con una serie de emplazamientos. "Cosmopolitan blues" está armada sobre opuestos como Empresarios prominentes en ciudades indigentes o Empleados obedientes, resultados eficientes. "Este país" consiste en versos como Este país no existe más, los lacayos de Norteamérica hablan castellano como todos los demás y "Apáguenlo" lanza sus dardos contra la TV y sus panelistas.

"La única opción es ver las noticias, que es un escándalo, y los panelistas que hablan en cuanto programa hay, con esas encuestas que hacen y que no dicen nada. Ese panelista (de la canción) es (Fernando) Villegas, sin duda. Una vez fui a la radio a dejar uno de los temas de Sentido común y me presentaron a Villegas y le dijeron que era un músico de rock. Y él me mira con una cara y dice ¿Rock? No. Háblame de jazz", dice Gómez. Más tarde recordaría el episodio cuando vio la película «24 hour party people», sobre la escena rockero de Manchester en los ’80 y ’90, en la que el dueño del sello inglés Factory manifiesta su opinión sobre el jazz.

"El jazz es el último refugio para los sin talento", cita el cantante con una sonrisa.

–Es una frase drástica. Pero adecuada para esta clase de persona.
"Ingleses. Drásticos. Pero no es una crítica a John Coltrane, sino a los que no han escuchado mucha música y transforman la música jazz en un lugar común: si escuchas jazz tienes cierto status".

–Quisiste escribir con menos rodeos. ¿Éste es un disco de protesta?.
"No, porque el coro de "Este país no existe más" también tiene un arpegio solemne. Hay muy poca lectura en las canciones de rock en español, siendo el rock una manifestación que tiene que proponer algo en las letras también, y un buen ejercicio es hacerlo con la realidad de uno, con lo que veo a mi alrededor, y la capacidad de decir con pocas palabras lo que a todo el mundo se le ocurriría. Esa idea está muy arraigada en "Todos están locos" (una canción de Sentido común). ¿Cuántas veces hemos escuchado ‘No, esos tipos están locos, están todos locos’?"

–Es como "What’s going on". Lo que está pasando.
"Eso es rock. Lo entiende cualquiera. No sólo para los que saben distinguir un arreglo de guitarra que está hecho con una Gibson".

–Ni los que distinguen una cita al grupo inglés The House of Love (como la del primer disco de Solar) que puede conmover a cuatro personas.
"Claro, pero esas mismas cuatro o cinco personas podrían escuchar "Alameda 4" o "Alameda 3" y establecer asociaciones en la historia dar con "Love 4" y "Love 3" en The spy in the house of love, por lo demás un disco y un grupo favoritos míos".

El mismo "Cosmopolitan blues" termina con los versos "Hace mucho tiempo que es lo mismo / No hay indicio de que vaya a cambiar / Pero si tú insistes / Creo que esto es posible / Pero si no insistes / Por ahora es imposible".

–En los ’60 la idea habría sido "Vamos a cambiar el mundo".
"Claro, y no es ése el momento actual. Muy por el contrario. Es reflexivo".

–Es la vieja pregunta de si hacer canciones ayuda a cambiar el mundo, etcétera.
"Lo que digo es que siempre ha sido igual. Y parece que no va a cambiar, por mi realidad. Parece. Pero todo depende de si insistes o no".

–Sólo este año hay dos canciones parecidas. "Coerción", de Guiso, dice "Pero siempre ha sido así y vamos a cambiar". Y en "La mano invisible" Las Jonathan dicen "Pero así ha sido siempre y por qué va a cambiar, pero así ha sido siempre y debiera cambiar".
"Supongo que está ahí en el aire. Es bacán hacer letras abstractas cuando tienes sentido de la estética, pero sólo funciona si el receptor lo siente cercano a su realidad. Ese es el valor de hacer rock. Cuando todos dicen que las letras son importantes lo creo. Y el que escribe la letra tiene que ser fiel a sí mismo".

–¿Te interesa la vigencia que están volviendo a tener los grupos que nacieron después del punk, como Television, Gang of Four, Joy Division, en músicos nuevos como Bloc Party y otros? El sonido de Alamedas coincide con eso: bien austero, sólo dos guitarras, un bajo y una batería.
"Claro. Al final el formato es el mismo, sólo que hay otras cosas en juego. En Solar había un rol estético propositivo que siempre se mantuvo. Aquí lo que está en juego son las canciones y cómo forman parte de un disco. Quizás no es que haya escuchado a Franz Ferdinand, porque ya había escuchado a los escoceses Josef K, y Franz Ferdinand es como la versión de McDonald’s de los que hizo Josef K entre el 79 o el 80. A los 33 ya estás en condiciones de hacer tu versión respecto del bagaje que te has armado por tu gusto por la música, sin ajustarse tan ortodoxamente al disco de referencia.

–¿Por eso elegiste hacer un cover de Magazine? Ése no es el grupo más famoso de la época.
"Sí. Me acuerdo de que (la periodista) Marisol García me decía que criticaba a Noel Gallagher porque elegía tocar "Heroes", de Bowie, que es más que conocido, o "Street fighting man" (de los Rolling Stones), que la han hecho todos, o "My generation", en vez de elegir otro tema de The Who. Y me parece un argumento bien válido. Hacer un cover de Magazine, pero en español, da universalidad al disco, porque lo saca de ese localismo del que sufre el rock chileno, que es incapaz de traspasar las fronteras con su música. Sí por una buena gestión empresarial, sí por un buen corte de pelo, buenas ropas, sí, sí, sí. Hay que reconocer el trabajo profesional de La Ley, y bueno, Lucho Gatica estuvo antes. Pero en general el resto no ha salido. Y creo que es el momento de ir a Argentina a devolver la mano, por ejemplo. No sé en qué estará e rock argentino. El otro día puse MTV y hay una cantidad de grupos nuevos dando vuelta, pero cuál de todos más malo. Creo que una canción mala de las que yo hago es mejor que esas canciones".