La soprano norteamericana protagonizará «Lucia de Lammermoor», de Donizetti, en el Teatro Municipal.
"He aprendido mucho de la interpretación de la Callas, porque fue una cantante extraordinaria; pero no soy ella ni quiero serlo", dice la soprano norteamerica.
Maureen Lennon Zaninovic
Gaetano Donizetti (1797-1848) formó junto a Gioacchino Rossini y Vicenzo Bellini el famoso triunvirato del
bel canto, popularizando en el siglo XIX el lucimiento vocal de los intérpretes a través de juegos vocales y fiorituras.
En 27 años de prolífica actividad, el compositor italiano concibió 70 óperas, entre ellas «Lucia de Lammermoor». Al igual que la protagonista de este último título, Donizetti falleció el 8 de abril de 1845, víctima de la locura.
Basada en "La novia de Lammermoor", de Walter Scott, la historia original de la ópera transcurre en Escocia, a fines del siglo XVI. La protagonista es la joven Lucia, quien se ve obligada por su hermano Enrico a casarse con Lord Arturo, dejando a un lado a su amado Edgardo.
La imposición de un amor no deseado la lleva a perder la razón, por eso se ha tendido a calificar a «Lucia de Lammermoor» como "la ópera más compleja y dramática", de Donizetti.
En la versión del Teatro Municipal de Santiago, la historia se trasladó al siglo XIX, con una fuerte atmósfera gótica, inspirada en el universo literario de Mary Shelley ("Frankenstein").
Uno de los atractivos de esta producción es su elenco internacional, encabezado por la soprano norteamericana Elizabeth Futral, quien acaba de debutar con este rol en el Metropolitan Opera House de Nueva York (Met).
Sencilla y con un contagioso sentido del humor, Futral confiesa que su debut en este escenario "le puso los pelos de punta. Fue una experiencia angustiosa y excitante. He cantado en muchos teatros, pero para una cantante norteamericana el Met significa la cumbre".
Criada en Lousiana, estudió con la soprano italiana Virginia Zeani.
Elizabeth Futral llega a Chile precedida de elogiosos comentarios que la califican como "una de las más virtuosas sopranos de coloratura de la actualidad".
Su currículo incluye, entre otros roles, los de Susanna («Las bodas de Fígaro»), Cleopatra («Julio César») y Nanetta («Falstaff»). Su versión de estudio de «Lucia de Lammermoor» (grabada en inglés) se encuentra disponible bajo el sello Chandos. También está registrado, en CD y DVD, el estreno mundial de «Un tranvía llamado deseo», dirigido y escrito por André Previn para la Ópera de San Francisco, donde la Futral caracterizó a Stella:
"Fue una experiencia inolvidable. Trabajé con Previn desde el inicio de la composición. Lo más excitante de esta puesta en escena fue actuar con un artista que aún está vivo".
-¿Cuál es su visión de Lucia?
"Me encanta este rol, por la evolución que sufre a lo largo de toda la historia. Lucia parte como una chica inocente. Vive en un mundo extraño, controlada por hombres, pero logra mantener un grado de normalidad. Luego comienza su viaje hacia la locura. Está enamorada, pero no puede estar con quien ama, por rivalidades familiares, y es forzada a casarse con otra persona. Gradualmente se vuelve loca, por toda la presión que sufre, sobre todo del universo masculino que la acosa, la tira para abajo y la lleva a perder el control. Para mí, la locura en Lucia es su escape del mundo real, de la opresión que sufre. Su forma de huir a espacios más alegres y pacíficos. Es un papel es que te hace experimentar los más diversos sentimientos y emociones".
-Ha señalado que Lucia es uno de sus papeles favoritos...
"Me encanta su bondad y cómo, a pesar de todas las presiones, no deja de luchar. La música es fantástica y en cada interpretación encuentro algo novedoso. Por ejemplo, hace poco en medio de un ensayo, el director Roberto Rizzi-Brignoli me hizo ver elementos cromáticos en un pasaje de coloratura. ¡No podía creer lo que estaba descubriendo! Por otro lado, Lucia es una gran amante y cree que su amor hacia Edgardo la salvará. Nos ilusiona con que el amor finalmente vencerá, aunque ello no ocurra, pero queda el sueño y la esperanza del amor y espero que el público rescate ese sueño".
-La escena de la locura ha sido calificada como una de las páginas más bellas de Donizetti...
"Totalmente de acuerdo. Es una escena riquísima, con un gran desafío vocal y con hermosas melodías. Siempre he tratado de guiarme por la partitura, porque la locura está delineada en la maravillosa música que creó Donizetti. Vemos cómo la música tiene un inicio simple y calmado; y rápidamente cambia, porque Lucia ve fantasmas y se agita. Luego habla con Edgardo, aunque él no está presente. Recuerda la escena de su matrimonio y pasa de un pensamiento a otro. Lo importante es no perder de vista que la sensación de locura está dada por la música".
Cada voz es única
-¿Va a cantar la cadenza con solo de flauta?
"Sí. Algunas sopranos prefieren no hacer la
cadenza. Donizetti concibió una muy corta, pero con el tiempo se convirtió en una tradición interpretarla con una mayor extensión. El público podrá escuchar mi propia versión".
-¿Cómo compatibiliza el bel canto con el drama de Lucia?
"El
bel canto no es sólo coloratura y agudos. Por ejemplo, en el primer acto me toca cantar ‘Regnava nel silenzio’, que es una aria muy lírica, que requiere también usar el registro medio y ese es uno de los momentos importantes de la ópera. No me gustaría que Lucia se redujera a puras fiorituras y notas agudas; es un equilibrio entre canto y drama".
-¿Sigue siendo Maria Callas un referente para el papel?
"Uno de los elementos más interesantes de la ópera es que cada voz es única. He aprendido mucho de la interpretación de la Callas, porque fue una cantante extraordinaria; pero no soy ella ni quiero serlo. Mi voz es diferente. No quiero copiar".
