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Arte: Muere en México el pintor de origen ruso Vlady

Vladimir Kibalchich, nacionalizado mexicano, murió a ls 85 años la tarde del jueves en su casa de la ciudad de Cuernavaca.

22 de Julio de 2005 | 12:46 | DPA

Autoretrato de Vlady.
CIUDAD DE MÉXICO.- El artista plástico ruso Vladimir Kibalchich, conocido como Vlady, murió a los 85 años en México, donde se exilió con su familia en 1943 por la persecución estalinista a los seguidores de Leon Trotsky, informaron autoridades de Cultura.

Vlady, nacionalizado mexicano, murió la tarde del jueves en su casa de la ciudad de Cuernavaca, unos 80 kilómetros al sur de Ciudad de México, como consecuencia de un cáncer, señaló por la noche el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

El pintor, hijo del escritor y revolucionario ruso Victor Serge, es autor de una vasta obra que incluye una gran variedad de técnicas, desde los dibujos y las acuarelas a los óleos, los murales y las litografías, en los que evoca las grandes revoluciones de la historia.

El marzo del año pasado, Vlady había donado al Instituto Nacional de Bellas Artes de México 4.600 obras. Las autoridades mexicanas de cultura planean homenajearlo con una gran retrospectiva en 2006, y la directora de Conaculta, Sari Bermúdez, se trasladará hoy a Cuernavaca para asistir al funeral.

Vlady nació en Leningrado en 1920 y salió de Rusia con su familia en 1933. Antes de llegar a México durante la Segunda Guerra Mundial, vivieron exiliados en Bélgica y Francia.

"Fue un hombre muy fiel a sus posturas tanto políticas como estéticas; éstas derivaban de una reflexión permanente sobre el hecho creativo", dijo el titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Saúl Juárez, al diario "Reforma".

"Desde su llegada a México dejó una impronta fundamental tanto en su trabajo como muralista como en su pintura de caballete, y señaladamente en la gráfica", indicó. Vlady creó los murales de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada en México y del Palacio Nacional de la Revolución de Managua.

"Uno de los aspectos que más temo en la vida del pintor moderno actual es que se venda a la comercialidad. La filosofía, la mentalidad que mueve a todo el mundo es el comercio", decía el pintor, "pero el arte no puede someterse a esta ley por más que el artista tenga que vivir".