MADRID.- "Black & White 050505" es el regreso de Simple Minds después de tres años de silencio y tres décadas de éxitos, un álbum con el que recuperan su sonido "más clásico", pero "con energías renovadas y temas pop conmovedores que reflejan los tiempos que vivimos", dijo Jim Kerr, líder de la banda.
El cuarteto escocés, que saltó a la fama a finales de los 70 con el tema "Don't you (forget about me)", vuelve el 12 de septiembre con el lanzamiento de su nuevo trabajo con la compañía Sanctuary Records, cuyo single, "Home", refleja para Jim Kerr "el hogar interior de cada uno, el sentimiento de paz".
Con 46 años y la experiencia musical y personal adquirida en Simple Minds desde 1978, Jim Kerr se siente "muy satisfecho con este álbum y feliz por llevar haciendo música durante ya casi treinta años".
Están "impacientes por comenzar la nueva gira", que iniciarán a principios del próximo año y que les acercará a España, donde dicen estar "siempre dispuestos a volver" para ver a sus "amigos españoles".
La banda formada por sus fundadores Jim Kerr y Charlie Burchill -voz y guitarra respectivamente-, el batería Mel Gaynor y el bajo Eddy Duffy, ha cosechado una veintena de grandes éxitos, ha vendido más de veinte millones de discos, cinco álbumes número uno y fue seleccionada como mejor banda en directo del mundo por la revista Q.
Ahora regresan después de su último álbum, "Cry", con un sonido que recuerda a sus orígenes y a sus discos de mayor éxito, como "Sparkle in the rain", "Once upon a time" o "Street fighting years".
Kerr reconoce que "a veces, tras una carrera tan larga, se pierde el norte", pero, según dice, no es su caso. "Nos sentimos fuertes -añade-. Lo nuevo de este álbum es que hemos redescubierto nuestro sonido inicial y la inspiración, por eso creo que el disco suena a lo más clásico de Simple Minds, pero con energías renovadas".
"Lo hicimos a la antigua usanza, trabajando muy de cerca, porque estuvimos viviendo juntos y la comunicación fue muy estrecha", explica el cantante, que ha compuesto la mayoría de los temas junto a Charlie Burchill. "Hemos estado escribiendo canciones juntos casi desde que éramos niños", recuerda.
Pero no han estado solos, porque con ellos han colaborado amigos cercanos a Kerr, como el productor de la banda, Jez Coad, que ha escrito "Stay visible".
Los temas del disco versan "sobre la condición humana" y Kerr destaca "Underneath the ice", en el que habla de él mismo, "aunque también puede referirse a cualquier persona que se quiera comunicar y no pueda hacerlo por diversas razones".
El cantante señala otros cortes como "Different world" inspirado en su vida en Sicilia, donde reside desde hace varios años. Mientras, "Stay visible" o "Black and white" son para Kerr "canciones más sociales que reflejan los tiempos en los que vivimos". Al componer, empieza "por lo personal", pero intenta "hacer un retrato global", para que no describa solamente su situación y se pueda trasladar a otra persona.
El panorama musical ha cambiado mucho desde que el grupo comenzó y Kerr considera que en los últimos años han surgido "bandas geniales como Anthony and the Johnsons o Cold Play, que están haciendo muy buena música".
Sin embargo, recuerda que antes no existía el fenómeno de los ídolos rápidos, "fruto del marketing y la televisión. La gente a la que le guste Depeche Mode o The Cure, simplemente le dará la espalda a este fenómeno. Antes, cuando los grupos empezaban, nadie hablaba de fama, éxito o dinero, lo que queríamos era hacer música", asegura.
La banda, que evolucionó desde un rock post-punk del grupo inicial llamado Johnny and the self-abusers, nació en 1978, con álbumes que saltaban de un estilo a otro, como el pop más denso de "Life in a day" o el rock de "Reel to Real Cacophony" y "Empires and Dance".
Con "Sons and Fascination" y "Sister Feelings Call" se acercaron a un estilo pop más accesible y con "New Gold Dream" obtuvieron su primer álbum de éxito. Pero fue el tema "Don't you (forget about me)", incluido en 1985 en el film "The Breakfast Club", de John Hughes, el que les catapultó a la fama.
