BAYREUTH, Alemania.- El gran director y compositor francés Pierre Boulez se despide mañana de los Festivales Wagnerianos de Bayreuth con una función de "Parsifal".
"Es como un círculo que se cierra", comentó el músico, que ha empuñado la batuta en la Colina Verde de Bayreuth casi un centenar de veces desde 1966.
"Comencé con el 'Parsifal' y con él concluiré". Para los amantes de la música de Wagner, el nombre de Boulez estará ligado siempre al "Anillo del Nibelungo del Centenario" que dirigió musicalmente junto a su compatriota Patrice Chéreau, encargado de la puesta en escena, en 1976.
"La realidad superó todas mis expectativas", es el balance que traza el director octogenario en su nuevo libro, "Pierre Boulez en Bayreuth". "El escenario, el foso, los palcos, todo me pareció fantástico. Vi un sueño hecho realidad".
Boulez llegó a Bayreuth en 1966 para dirigir la puesta en escena del "Parsifal" de Wieland Wagner, el hermano del actual director de los festivales, Wolfgang Wagner, quien falleció poco después de las funciones en 1996. "Pensé que una oportunidad como ésta era única", relata Boulez.
La tarea en un principio no fue fácil. Su antecesor, Hanns Knappertsbusch, había dejado el listón muy alto en la dirección de "Parsifal", de 1951 a 1964. La interpretación del francés, mucho más fluida, fue recibida con no pocos reparos.
Boulez dirigió el "Parsifal" hasta 1970 y regresó en 1976, con motivo del centenario de los festivales. En aquel entonces ya conocía a Wolfgang Wagner.
"Aun así, me sorprendió por completo que me ofreciese dirigir el 'Anillo"'. Wagner no sólo hizo eso, sino que también le pidió propuestas para un responsable de la escenificación. El director le habló de Chéreau, quien nunca había puesto en escena una ópera de Wagner.
La empresa corrió riesgo de naufragar cuando Wolfgang Wagner pidió un proyecto de escenificación por escrito, algo impensable para Chéreau. "Lo convencí de escribir un borrador", recuerda Boulez. "Le dije: 'Escriba algo, lo que sea"'.
Así nació la hoy legendaria puesta en escena que fue abucheada el primer día y vitoreada como pocas en la última función en 1980. Boulez hizo posteriormente una larga pausa en Bayreuth. Le hubieran interesado los "Maestros Cantores", pero "estaba ocupado con demasiadas cosas", según cuenta.
Sólo en 2004 retornó a la Colina Verde con el fin de dirigir dos ciclos de "Parsifal", justamente con una puesta en escena irreverente del enfant terrible alemán Christoph Schlingensief. Boulez defendió al provocador desde el principio.
"Hay que poder atreverse, de lo contrario todo se hace tedioso", explica. Sin embargo, Boulez recomienda a Bayreuth seguir fiel a su tradición. "Debe conservarse como es. Fue construido para las óperas de Wagner y así deberá ser en el futuro".
