Mira acá la información sobre Monsters of Rock en Santiago
El guitarrista de la banda argentina de heavy metal se prepara para participar del festival Monsters of Rock en Santiago. De hecho serán el aperitivo: el grupo va a abrir el concierto.

Adrián Barilari (voz) y Walter Giardino (guitarra), en primer plano, encabezan la formación de Rata Blanca.
David Ponce
Walter Giardino sabe mostrar respeto. Su banda de rock, Rata Blanca, ha ganado con el tiempo los primeros lugares en el concierto del heavy metal en español, y viene tocando desde antes de la revalorización del género protagonizada por nuevas sensaciones como los españoles Mago de Oz. Pero Giardino sabe reconocer cuándo no es un número de fondo, como en el inminente festival Monsters of Rock en Santiago, donde Rata Blanca va a tocar antes de los ingleses Whitesnake y Judas Priest.
"El festival tiene sus normas y las bandas tenemos nuestros lugares; tanto Whitesnake como nosotros estamos conscientes de que éste es el gran show de Judas Priest y tenemos que amoldarnos a eso", dice Giardino, por teléfono desde Buenos Aires. "No sé cuánto tiempo vamos a tener, puede llegar a ser entre treinta y 45 minutos, así que eso no va a alcanzar para desarrollar ni un cuarto de show de Rata Blanca. Pero bueno, vamos a tratar de hacer lo mejor posible y dar a la gente lo que espera de nosotros, más algunos de los temas del nuevo disco, que para nosotros el motivo principal. Además del tremendo marco, ¿no?, junto con los maestros de Whitesnake y Judas Priest".
La banda argentina lleva más de dos meses de gira, con fechas en Perú, Argentina, México y Estados Unidos. "Nuestra propuesta es la de una típica banda de rock con todos los aditivos que pueda tener, con nuestro estilo de pararnos sobre el escenario. Ojalá que esto sea el aperitivo de la próxima presentación en Santiago del nuevo disco de Rata Blanca".
El nuevo disco se llama
La llave de la puerta secreta (2005), y es el sucesor de álbumes con títulos tan épicos como
Magos, espadas y rosas (1990),
Guerreros del arco iris (1992),
El libro oculto (1993),
Entre el cielo y el infierno (1994) y
El camino del fuego (2002). Iniciado en 1987 y estrenado en el disco con el álbum
Rata Blanca (1988), el grupo fijó ya en el segundo trabajo cuál sería su estilo. Dos argumentos bastaron. Una canción rockera acerca de hadas y magos llamada precisamente "La leyenda del hada y el mago", y la inmortal balada "Mujer amante", con la que Rata Blanca probó su amplitud de criterio al demostrar, gracias a la actuación del vocalista Adrián Barilari y a la composición del grupo, cuán cerca podía aproximarse una banda de heavy metal a Ricardo Montaner.
"Rata siempre ha sido una banda muy amplia, muy de querer hacer lo más posible dentro del hard rock y expandir nuestra música, y creo que este disco no es la excepción", dice Giardino a propósito de
La llave de la puerta secreta (2005), cuyas canciones hablan acerca de talismanes y libros sagrados. "Son las ganas de compartir ciertas cuestiones filosóficas que no son totalmente especificadas en el resto de bandas de este tipo. No sólo hicimos las cosas de una manera esotérica, quizás, o mágica en algunos puntos, sino que estamos diciendo cosas que realmente están sucediendo y son muy importantes. No sólo la fantasía sino que lamentablemente en muchos casos es una gran realidad".
-Pero este disco habla del libro sagrado, de la puerta secreta. ¿No quieren ser más explícitos?
"No, para nada. Al contrario. Queremos, qué sé yo, quizás en vez de decir
Busca en tu interior para encontrarte a ti mismo, decir que te regalamos las llaves de la puerta secreta, ¿no? Son formas de decir las cosas y contarlas. Hay elementos esotéricos que tienen que ver con energía que queremos enviar y manejar, estamos buscando quizás hablar un poco a la conciencia más que tocar un mensaje político. Socialmente se puede relacionar muchísimo todo esto, pero no a un nivel de países individuales. No estamos hablando de los problemas de la Argentina, estamos hablando de los problemas del mundo. Tenemos tornados en este mismo momento que se están comiendo pedazos de países, o guerras injustificadas, o religiones hablando en nombre de Dios y haciendo mucho daño al ser humano".
"Quizás ése es el mensaje más comprometido de Rata Blanca", continúa el guitarrista. "Después están las canciones que son más del corazón, que hablan, viste, de nuestra madre, algunas; otras del amor sexual, por decirlo de alguna manera. Se entrelazan en el disco. Lo que queremos rescatar es lo mejor del ser humano, que tenga la valentía de afrontar todo lo que debe hacer para tener un mundo mejor y tratar de cambiarlo. Porque si no lo cambiamos nosotros seguramente los amos de la guerra y de la confusión no lo van a cambiar, ¿no?"
-¿Que el lenguaje sea mágico o fantástico no le quita fuerza?
"Claro que no. De eso se trata, precisamente: no es necesario hablar de tener un revólver en la mano para cambiar cosas. Yo creo que el cambio está dentro de uno y que
Canciones de la puerta secreta está hablando de eso. Tampoco tiene que ver con el derramamiento de sangre, sino con todo lo contrario. Con tener suficiente altura y conciencia en nuestras vidas y comprender que hoy los chicos no se pueden morir de hambre en las calles como sucede en algunas ciudades o en alguos territorios del mundo. Estamos viviendo una locura, y hay que tomar conciencia y tratar de que esto de alguna manera se de vuelta, se revierta".
-Por ejemplo, este año los Rolling Stones o Bruce Springsteen han hecho canciones contra Bush. ¿Es algo que Rata Blanca nunca haría?
"Es evidente a quiénes nos referimos en las canciones. Estamos refiriéndonos al poder, no a Bush en particular. A los poderes religiosos, por ejemplo, como ese demente que el otro día salió a pedir que maten a Chávez", sonríe, en alusión al telepredicador Pat Robertson, del célebre programa "Club 700". De eso se trata Rata Blanca. "O sea, un tipo de una iglesia que se supone que está hablando en nombre de Dios y está pidiendo que maten a alguien. O sea, están todos locos".