LA HABANA.- La disputa entre dos compañías musicales, una estadounidense y otra cubana, por la propiedad de los inolvidables boleros y sones del grupo "Buena Vista Social Club" continúa en La Habana, donde llegó un juez británico para escuchar a los herederos de los compositores.
En un hecho poco usual en este tipo de procesos, el juez, Sir John Edmund Frederic Lindsay, viajó a La Habana para tomar de primera mano los testimonios, a fin de dirimir el conflicto entre el sello Peer International Corporation y la Editora Musical de Cuba (EMC).
"El juez llega a examinar varias cosas, se va a entrevistar con herederos de los compositores para seguir el caso", afirmó el director de la EMC, Ernesto Vila.
El ejecutivo de EMC precisó que el juez británico permanecerá en Cuba durante tres días "y luego regresará a Londres para seguir con el proceso legal que está dirimiendo".
Lindsay, quien cumplirá 70 años el próximo mes y es uno de los jueces que goza de mayor prestigio en la alta corte londinense, iniciará sus entrevistas en La Habana la mañana del lunes, afirmó una fuente cercana al proceso.
El juez arribó en horas de la tarde de hoy al aeropuerto internacional José Martí, acompañado del representante de Peer, Pushpinder Saini, de una abogada del equipo legal de EMC, así como de un asistente, precisó un funcionario de protocolo de la terminal aérea.
"Hemos tenido problemas con la compañía americana, pero esperaremos a que el juez siga con su proceso", añadió Vila.
Lindsay decidió viajar a Cuba -de lo cual se congratuló la EMC y se opuso la Peer alegando que no tenía jurisdicción en la isla-, ante la mala calidad de testimonios por video que debían ser escuchados en las audiencias en Londres.
Las audiencias incluso fueron pospuestas por varios días a mediados de mayo pasado, tras la apertura del juicio, pues las conexiones por video utilizadas para interrogar a testigos cubanos no funcionaron o eran de mala calidad.
La Peer dice tener los derechos de muchos de los temas del álbum "Buena Vista Social Club", cuyas canciones son interpretadas por leyendas como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer y Rubén González -ya fallecidos-, Omara Portuondo, Eliades Ochoa y otros veteranos de la época de oro de la música popular cubana.
Pero EMC reclama para los herederos de los compositores derechos por canciones impagos y alega que los contratos originales no son válidos porque fueron "ofertas inescrupulosas".
Peer decidió demandar en Gran Bretaña a Termidor Music Publishers, que reclama derechos exclusivos a través de EMC, y que buscó registrarse como la propietaria de las composiciones musicales en ese país.
En mayo pasado, la firma Peer alegó en la corte que el gobierno cubano se ha apropiado ilegalmente de los derechos sobre esa música, que asegura le corresponden desde los años 1930.
La Corte británica deberá decidir si los compositores fueron o no recompensados adecuadamente. En la demanda legal están citados 14 compositores, que ya fallecieron.
Buena Vista Social Club es un original proyecto del compositor cubano Juan de Marcos y el guitarrista estadounidense Ry Cooder, que sacó del olvido y lanzó a la fama mundial a músicos cubanos de los años 50.
Con el álbum de Buena Vista Social Club, que dio origen a un documental filmado por el director alemán Wim Wenders, los veteranos recorrieron escenarios de los cinco continentes, incluido el Carnegie Hall de Nueva York.