SANTIAGO.- Una ovación de pie brindó anoche el público del Festival Cervantino en Guanajuato, México, al culminar la presentación del Ballet de Santiago —que dirige Marcia Haydée— en este importante evento cultural
Ésta, la trigésimo tercera versión del festival, está dedicada a festejar los cuatrocientos años de la publicación de la célebre novela de Miguel de Cervantes "El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha". Es por eso que la invitación que recibió la compañía, hace ya dos años, fue con la expresa petición de presentar la exitosa versión del ballet "Don Quijote" de Léon (Ludwig) Minkus, con coreografía de Jaime Pinto.
Desde Guanajuato, la directora de la compañía Marcia Haydée comentó que la función fue un gran éxito, con más de 5 mil personas aplaudiendo de pie al Ballet de Santiago y sus primeros bailarines Marcela Goicoechea y Luis Ortigoza, quienes hicieron los roles principales, junto a Rodrigo Guzmán, Lidia Olmos, Cyril de Marval y José Manuel Ghiso.
El Ballet de Santiago comenzó esta tournée el 12 de septiembre, con funciones en Argentina, Uruguay y Brasil, mostrando la obra "Carmen". Luego debutaron en México, en la ciudad de Morelia, presentando "Don Quijote". En ese país han sido aplaudidos en Morelia, Aguas Calientes, Metepec, y próximamente bailarán en León, para culminar su gira en Culiacán, en el Teatro Pablo de Villavicencio. La compañía regresará a Chile el jueves 27 de este mes, para comenzar de inmediato los ensayos de "Giselle", que se presentará en noviembre en el Teatro Municipal, con Julie Kent como protagonista.
"Don Quijote"
La producción de "Don Quijote" tiene arreglos musicales de John Lanchberry y es responsabilidad del coreógrafo chileno Jaime Pinto, artista de larga y reconocida trayectoria en nuestro medio.
Pinto estructuró pasajes coreográficos de gran intensidad, incluso para el cuerpo de baile. Si bien mantuvo escenas como el gran pas de deux del último acto, creó nuevos momentos y personajes, como la danza del Quijote joven, con Dulcinea incluida. La producción la comparten dos destacados diseñadores chilenos: Imme Möller (vestuario) y Germán Droghetti (escenografía).
"Este es un ballet muy hermoso. Lo resumí en dos actos para darle más fuerza a la acción. Es muy difícil técnicamente, pero brinda libertad a los bailarines para ofrecer la mejor entrega artística", explica Pinto.
