 Neil Young. |
NUEVA YORK.- Su voz ligeramente nasal, los riffs atropellados de su guitarra acústica y los textos incisivos hicieron por décadas de Neil Young un personaje inconfundible de la escena musical. "Uno se identifica de inmediato con sus canciones", aseguran los críticos. El artista canadiense, siempre dispuesto a experimentar, suele sin embargo depararle alguna sorpresa a sus fans.
A partir de su origen como baladista folk y autor de temas antibélicos, pasó a interpretar ritmos de rock duro para convertirse a fines de los 70 en pionero del punk y "padrino del grunge".
La revista "Rolling Stone" lo incluyó entre los 100 mejores guitarristas del mundo, la publicación mensual "Q" lo puso en 2002 en su lista de "50 Bands To See Before You Die".
El sábado 12 de noviembre cumple 60 años, pero casi no llega a celebrarlo. En marzo tuvo que ser operado de un aneurisma cerebral que pudo haberle costado la vida.
Neil Young grabó su último álbum,
Prairie Wind, cargado de premoniciones de muerte, poco antes de la operación de resultado incierto. La enfermedad lo debilitó, pero sin quitarle sus deseos de pararse sobre un escenario: en julio participó del recital Live-8 en Toronto.
Su historia
Las raíces de Young, nacido en 1945 en Toronto, se encuentran en la música folk y country: con su banda Buffalo Springfield saltó a la fama a mediados de los 60 con temas como "Broken Arrow", "I Am A Child" y "Mr. Soul".
Pero una banda nunca fue suficiente para Young. Con Crosby, Stills, Nash & Young formó un supergrupo tras una presentación en el legendario Festival de Woodstock.
Tras el exitoso álbum doble
Four Way Street (1971) volvieron a separarse oficialmente, pero nunca dejaron de cooperar. También con las bandas Crazy Horse y Stray Gators se reencontró a lo largo de los años una y otra vez para diversos proyectos musicales, aun cuando pasó por numerosas etapas como solista.
Harvest (1972) significó el éxito comercial para Young, el single "Heart of Gold" lo colocó al tope de los
charts. Su tema "Ohio", compuesto tras la muerte de cuatro estudiantes en la Universidad Estatal de Kent, durante manifestaciones contra la guerra de Vietnam, se transformó en el himno del movimiento antibélico estadounidense.
Luego se dedicó a una consecuente búsqueda de fórmulas musicales propias, sin preocuparse por las reglas y expectativas de los ejecutivos de los sellos discográficos.
En su gira "Rust Never Sleeps" (1978), -una respuesta directa al punk- puso en evidencia que no permitía que se lo etiquetara con fórmulas fijas. Su canción "Hey, Hey, My My" es un homenaje a Johnny Rotten, de los Sex Pistols.
El célebre verso "It’s better to burn out than to fade away" ("Es preferible quemarse a desvanecer"), fue retomado por Kurt Cobain, el líder de Nirvana y héroe del grunge, en su carta de despedida antes de suicidarse en 1994. Neil Young le rindió tributo a Cobain con "Sleeps with Angels".
Múltiples luchas
Young nunca fue neutral. Con "No Nukes" protestó en los 70 contra las armas nucleares, en los 80 inició "Farm Aid" para asistir a pequeños productores agropecuarios y en los 90 lanzó proyectos para niños discapacitados.
Tras los atentados terroristas de 2001 trató en el álbum
Greendale el miedo, la guerra y la situación política en Estados Unidos, su patria adoptiva. Desde el punto de vista artístico fue un retorno al folk-rock.
Hoy vive con su esposa Peggy y sus tres hijos en un rancho en las montañas que rodean San Francisco, donde cría caballos y búfalos, a la vez que colecciona trenes a escala y automóviles antiguos. Allí quiere celebrar su cumpleaños, sin hacerse muchos problemas por los años. "Uno continúa simplemente haciendo lo que hacía", dijo en una entrevista reciente.