SAN PABLO.- Hace un mes que la brasileña Bruna Surfistinha, de 21 años, se considera fuera del negocio del sexo, porque consiguió otro: vendió en dos semanas la primera edición de su libro de "memorias" que se ha convertido en furor de público y en uno de los best sellers de Brasil.
"Toda mujer tiene la fantasía de ser prostituta por un día. Yo la cumplí durante más de tres años, pero es un error actuar por dinero", dijo, en una entrevista, hablando como Bruna Surfistinha, cuyo verdadero nombre es Raquel Pacheco, la autora del éxito editorial "El Dulce Veneno del Escorpión", de la editora Panda Books.
La obra es un gran acierto de marketing, un testimonio encuadernado, perteneciente al género conocido como "narraciones de no ficción", que causa gran furor en Brasil: en dos semanas se vendieron 10.000 ejemplares. En la tercera semana que pasó se lanzó otra edición de 10.000. Y ya se habla de la película.
Desde 2003 que la joven cuenta sus experiencias sexuales y sus reflexiones en un blog, que tuvo record de visitas de los internautas.
Raquel Pacheco es de San Pablo, donde el consumo, el dinero y las cirugías estéticas dominan parte de la agenda de sectores de la clase media alta, a la que pertenece desde pequeña.
En ese mundo, según cuenta en su libro, se hizo "adicta al dinero" desde pequeña, robando billetes a sus padres y en la escuela. En la adolescencia temprana comenzó a observarse gorda y terminó bulímica y deprimida: se dedicó al Prozac.
Cuenta Raquel Pacheco que acudió a los mejores colegios de San Pablo. Y también que decidió hacerse prostituta a los 17 años, porque no soportaba carecer de dinero, meses después de haber dejado de ser virgen. Narra en el libro que en el pasaje de Raquel a Bruna la situación familiar llegó a un extremo, con golpizas de parte del padre y amenazas para recluirla en un reformatorio. Todo eso la lanzó a las calles, según ella.
"¿Que padres se enorgullecen de que su hija tenga éxito por ser una prostituta"?, analizó Bruna Surfistinha.
El libro relata cómo Raquel se fue convirtiendo en Bruna.
"Al principio tenía miedo de sentir falta de dinero. Lo que hice a los 17 años fue un error, una equivocación de la que no me arrepiento porque aprendí de mis errores", contó.
"Obviamente que muchas veces, con hombres con los que había química sentí placer, pero la realidad es que uno siente placer a cambio de dinero en esos casos", dijo.
En sus tres años de prostituta, lo que más le llamó la atención a Raquel, según comentó fueron los hombres casados que acudían a ella para "cambiar roles por una hora".
"Lo que más me sorprendió -confesó- fue la cantidad de hombres casados que me pedían que usara en ellos un vibrador, algo que les daba vergüenza pedirle a sus esposas".
El fenómeno del relato convertido en libro de Bruna Surfistinha tuvo hace tres años su antecedente en Francia con "Hell", el libro de Lollita Pille, adolescente rica francesa que cuenta su participación en orgías y su adicción a las compras y a las drogas.
El libro que leyó sobre su "género" Raquel Pacheco es "Cien cepilladas antes de dormir", de la italiana Melissa P. que narra sus experiencias íntimas de la adolescencia en un libro convertido en diario íntimo.
Contó Bruna Surfistinha que nunca olvidará a su primer cliente. "Fue en un burdel donde me inicié, el 18 de octubre de 2002. Era un hombre soltero de 35 años, a quien le confesé que era mi primera vez como prostituta. A él le gustó ser una suerte de iniciador. Creo que lo hice bien porque volvió a los pocos días".
En el libro, Bruna apunta los momentos de mayor clímax al recibir sexo oral por parte de mujeres y una historia en la que tuvo que atender a ocho jóvenes: "Gocé mucho", escribió.
El futuro cercano para esta joven de 21 años es terminar la escuela media e intentar ir a la universidad para estudiar psicología. "Quizás escribir algún libro de sexo, de autoayuda sobre sexo", apuntó. "Desde los 15 años que quería escribir un libro pero no tenía ningún tema específico desarrollado, ahora lo tuve y lo escribí", señaló.
Bruna Surfistinha dejó de prostituirse hace tres semanas y entre sus planes está tener una vida de pareja con Pedro. "Es difícil enamorarse de un cliente. Pedro entró en su vida hace cinco meses, cuando era uno de sus mejores clientes.
Hace tres semanas recibía cinco clientes por día en su apartamento del barrio de Moema, uno de los más exclusivos de San Pablo. Hoy es leída, según informó Panda Books, en su mayoría por mujeres de hasta 80 años que acudieron a las librerías para bucear en el mundo de una prostituta.