CANBERRA.— El actor Russell Crowe mostró que ahora puede reírse tras haber lanzado un teléfono al portero de un hotel en Manhattan.
Anoche, Crowe condujo la versión australiana del Oscar, los Premios a la Industria Cinematográfica Australiana, en la ciudad meridional de Melbourne, y subió al escenario con un voluminoso teléfono antiguo en una mano.
"Si hay problemas y alguien sube aquí y se propasa, tendrá que vérselas con mi pequeño amigo", advirtió Crowe.
La broma fue transmitida por varios reportes de la ceremonia en la televisión, el domingo.
El actor de 41 años, nacido en Nueva Zelanda y residente en Australia, se declaró este mes culpable de agresión en tercer grado, tras reconocer ante un juez que lanzó un teléfono contra el portero de un hotel, en junio.
Un tribunal penal en Manhattan ofreció al actor la exoneración con la condición de que no sea detenido en el plazo de un año.
La semana pasada, Crowe increpó a los reporteros durante una conferencia de prensa en Melbourne, y los acusó de exagerar el incidente con el teléfono.
Si Crowe hubiera sido hallado culpable de los cargos más serios —agresión y posesión delictiva de un arma— habría perdido el derecho de trabajar en Estados Unidos y habría enfrentado una condena de siete años de prisión.
Crowe ganó el Oscar al mejor actor en el 2001, por "Gladiator", y ha sido protagonista también en películas como "A Beautiful Mind" y "Cinderella Man".