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Gobierno de Cuba inaugura centro cultural dedicado a The Beatles

Ante la puerta principal del recinto, reciben a los visitantes las estatuas de Lennon, McCartney, Harrison y Starr, cuyas canciones estuvieron marginadas de los medios locales en los años 60.

11 de Enero de 2006 | 20:54 | AFP
LA HABANA.- Un centro cultural que divulgará en Cuba el legado musical de The Beatles fue inaugurado en la suroriental ciudad de Bayamo en un acto presidido por el ministro de Cultura, Abel Prieto, informó el miércoles una fuente oficial.

El centro "divulgará la música de la llamada Década Prodigiosa" y fue creado "como paso firme de Cuba en su afán tardío por perpetuar al grupo inglés en la isla", señaló la Agencia de Información Nacional (AIN).

A la ceremonia también asistió el presidente del Instituto Cubano de la Música, Abel Acosta, quien afirmó que el trabajo cultural de su país "pone énfasis en la creación nacional, pero abraza lo mejor del planeta".

Ante la puerta principal del recinto, con capacidad para 80 personas, reciben a los visitantes las estatuas de John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, cuyas canciones estuvieron marginadas de los medios locales en los años 60.

Sin embargo, el legado pacifista de Lennon y la madurez de sus seguidores hizo cambiar las percepción en la Cuba comunista, y su canción "Imagine" es utilizada como himno en actos políticos e incluida en repertorios de trovadores.

Cuba recordó en diciembre pasado el 25 aniversario del asesinato de Lennon, con un concierto de artistas en el parque de La Habana, donde se halla una estatua en bronce del ex Beatle, inaugurada hace seis años por el presidente Fidel Castro, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y el ministro Prieto.

La estatua reproduce al artista sentado apaciblemente en una banca, como un transeúnte más, y es la primera de dos erigidas para honrar al músico inglés en Cuba.

La segunda, levantada en 2002 en el balneario cubano de Guardalavaca (Holguín, este), muestra al ex Beatle de pie y descalzo, con los bajos del pantalón recogidos, el pelo batido por la brisa y la mirada perdida en la lejanía.