De vuelta en Chile para actuar esta noche en el Festival Providencia Jazz, la experimentada cantante de bossa y jazz brasileña dispara contra el
disc-jockey y saluda a la Presidenta electa chilena: esto es Leny Andrade sin pelos en la lengua. Caramba.
David Ponce
Leny Andrade lleva apenas unas horas en su nueva visita a Santiago, pero ya tuvo tiempo para juntarse con la Big Band del Instituto Cultural de Providencia, que dirige Ismael Torres, para afinar el repertorio conjunto que harán esta noche en el 5º Festival Providencia Jazz. Fusión exacta entre la bossa nova de su país natal y el jazz universal, cantante favorita del saxofonista Paquito D’Rivera, Leny Andrade viene acompañada por su pianista de cabecera, João Carlos Coutinho, para dar un concierto de voz, piano y orquesta como parte de su apretada agenda. "El 2004 salí cinco veces de Brasil, rumbo a Europa. En 2005, cuatro. Y en el medio también fui a Estados Unidos", calcula.
–¿Y este año?
"Julio entero voy a estar con Paquito (D’Rivera) por Europa. Creo que vamos a hacer unos ocho lugares distintos. Es que somos como familia. Paquito quería que yo vivera en Estados Unidos, desde mi primera temporada en el (club de jazz neoyorquino) Blue Note, que fue en el ‘83. Cuando nos conocimos en el ‘83 en el Blue Note él quería que no siguiera pasando tanto tiempo en Brasil. Hasta que en el ‘94 decidí ‘Ahora voy’. Me tardé del ‘83 al ‘94. Y me encantó, porque es mucha cultura que tengo oportunidad de tener, de la música actual, erudita, espectáculos de jazz, lírico. Ahí encuentas todo. Tienes la (radio) WBJO, que es una maravilla: veinticuatro horas del día tienes el mejor jazz del mundo".
–¿Es la única radio del mundo que tiene jazz continuado?
"Veinticuatro horas de jazz yo creo que sí".
–Las primeras veces que viniste a Chile fue con la radio Classica, ¿te acuerdas? Era algo parecido.
"Sí, sí, sí. Muy buena, también. No sé cómo está hoy".
–No existe. La vendieron.
"¿No existe? Oh, Dios mío. Pero ¿por qué? Las dos veces que estuve aquí con ellos en realidad había una buena música, una cosa muy interesante. Pero esto es difícil. El mundo va en un hambre visual. Todo es visual, visual, visual. No importa si la fulanita no canta cosísima ninguna pero tiene una buena pierna, un par de senos muy increíbles; por otro lado tampoco importa si el muchacho no canta cosa ninguna porque tiene unos hombros fantásticos, una cara increíble. Pero la música sólo tiene que ver con el arte de combinar los sonidos. Entonces es melodía, armonía o ritmo, y luego de estas tres cosas tienes la letra. Si no estás conectado con alguna emoción, la alegría o la tristeza, jamás vas a hacer música. No importa cómo seas. No importa que tengas un metro cuarenta y ocho, como tengo aquí", sonríe. "Y es interesante porque mucha gente comenta eso. A veces cuando terminan los espectáculos y recibo a la gente para firmar los discos y saludar, de vez en cuando aparece alguien que dice ‘dios mío, pero mira no más cómo es chiquitita. Pero qué pequeñita’".
–¿Cómo es venir a Chile entre esas giras a Europa y EE.UU. que mencionas?
"Esto es una maravilla, principalmente después de esta muy buena noticia", dice, en alusión a la reciente elección de Michelle Bachelet como presidenta. "No quiero hablar de eso, porque al final de cuentas estamos hablando de música, pero me quedé muy contenta de que una mujer esté sentada en esa silla, una mujer fuerte. Porque, caramba, necesitamos de eso. Jefe de Estado es jefe de Estado. Hay que tener cultura, saber dónde está pisando. Así como exijo de los cantantes y de los músicos, exijo también de los jefes de Estado. Yo sé todo lo que pasa alrededor de mí. Si el bajista toca una canción, una nota fuera de lugar, puede esperar que se lo voy a decir: ‘Mira, aquello que pasó en el quinto compás de Flor de lys, por favor. Fue una falta de atención’".
–Tú eres la jefa de Estado del grupo.
"Tiene que ser así. Yo soy así. Milton Nascimento debe ser así. Ivan Lins tengo certeza de que es así. Djavan tengo certeza de que es así. João Bosco tengo certeza de que es así. ¡Tom Jobim era así! Tom Jobim era un dulce de persona, pero cuidado, porque era muy exigente"
–Recién mencionaste "Flor de lys". ¿Qué repertorio traes para cantar?
"Mira, probablemente pueda cantar ‘Flor de lys’, a la gente le gusta mucho. No tengo mucho la costumbre de declarar que voy a cantar esto o lo otro, pero tú sabes que yo soy una cantante que mezcla jazz en prácticamente todo lo que canta. Porque el jazz es cultura, porque me encanta el jazz, y porque no necesito cantar directamente el jazz para estar con el jazz. Yo hago la música de mi país, en portugués, y la mezclo constantemente con el jazz porque improviso y sueño y cambio de ritmos. Entonces es bien variado. Estoy pensando en algo de João Donato con Gilberto Gil, que me gustan mucho. Donato nos da siempre la oportunidad de hacer una cosa latina. Donato parece un caribeño, que estuvo mucho en contacto con la música latina, con cha cha cha, con merengue, con salsa. Puede ser que haga ‘Chega de saudade’".
–¿Y qué vas a tocar con la orquesta?
"Hay una sorpresa para uno de los más grandes músicos de la historia del jazz que creo que va a gustar mucho: es un homenaje que voy a hacer a Dizzy Gillespie. Es una cosa muy bonita que estamos mezclando con la orquesta, que es absolutamente nueva, y ya están pidiendo que yo sea madrina de ella, y eso va a ser muy bueno. Ya soy madrina de tantos grupos, de samba, de jazz, es un encanto, los músicos me buscan de una forma muy especial".
"Es muy bueno tocar con una orquesta", continúa. "Es muy difícil mantener un trío hoy día, imagina una orquesta. Los músicos empiezan a estudiar, se enamoran perdidamente de la música y después no tienen dónde trabajar, porque la cosa no anda fácil. Y menos ahora, con la llegada de un nuevo personaje contra el que no tengo nada, yo nunca tuve nada contra nadie que quiera hacer música. Pero estamos delante de un personaje que anda quitando mucho trabajo de muchos músicos. Y es el DJ".
–¿No te gustan los DJs?
"Tú agarras un DJ, pones tres platos delante de él y no importa cuánto va a ganar, pero va a quitar mucho a mucha gente. Va a quitar satisfacción. Va a ocasionar tristeza. Porque el músico no está tocando, no está trabajando, no está ejecutando su instrumento, porque ahí tenemos a un... DJ. Que a mí me gustaría que me dijeras ¿qué sabe un DJ de música? Caramba.
–Bueno, a veces puede llegar a ser un melómano.
"O sea, quiero dejar bien claro esto, porque a veces estas cosas son complicadas y la gente dice ‘Caramba, viste lo que dijo Leny Andrade?’. Para mí primero está la música. La música es una entidad espiritual con la que negocio y yo voy al escenario y ella está ahí, delante de toda la gente que me está viendo. Esto (los DJs) es ruido. No es música. Está difícil, porque la gente en vez de pagar a un pequeño grupo de músicos que van a tocar un sonidos agradable en una boda o en el cumpleaños de tu hija, una reunión de amigos, lo que quieras, en vez de eso hacen un ruido tremendo y quitan la oportunidad a personas que viven de eso, que tienen familias y hacen eso en la vida. Entonces no me parece bien esta enfermedad, porque la cosa es muy grande, esto va creciendo y no sé adónde va a llegar".
–Se puso de moda que muchos productores o DJs tomaran la bossa nova y se pusieran a hacer versiones electrónicas de ella. ¿Qué te parece?
"Sí, sí. No tengo nada con la electrónica. O sea, pueden hacerlo, mientras los músicos estén trabajando. Ése es mi problema: que los músicos estén trabajando. Ya es muy poco lo que se tiene de trabajo en el país para que media docena de personas vengan encima a sacar... Yo creo que podría ser equilibrado. No digo que no haya DJs, porque tampoco es así, pero podemos combinar las cosas. A veces me gustaría que el sindicato (de músicos brasileños) se pareciera un poco al sindicato de músicos mexicanos. Nunca vi un sindicato mejor. Dice ‘Sindicato Único de Trabajadores de la Música’. Y abajo dice ‘La música tiene que ser en vivo’.
–A propósito de trabajos, ¿qué cosas has grabado ahora último?
"Por primera vez una cantante en Brasil lanza dos DVDs juntos. Uno, en vivo, en el teatro Rival de Rio de Janeiro, donde canto una cosa variada y en el medio empiezo nada más con las canciones de Ronaldo Bôscoli (el autor de la célebre “O barquinho”, entre otras bossa novas). Se llama
Y quiero que la canción seas tú", traduce. "
Y quiero que a canção seja vocé. Y el otro tiene un repertorio variadísimo, y fue grabado con Cesar Camargo Mariano, piano y voz. Estoy pensando en volver a Chile en otra oportunidad, para traer completo el trío, liderado por João Carlos Coutinho"
–¿Por ahora piensas invitar a la Presidenta electa al concierto?
"Yo te voy a decir una cosa: me gustaría mucho mucho, porque... yo la conozco de poco tiempo, pero lo que he leído de quince días para acá me gusta. Qué bueno, ¿no? Qué bueno que tengamos, no digo una mujer, digo un ser humano con esta atención por la salud del pueblo, porque ella ya caminó por caminos, no está pisando adonde no sabe. Ya está poniendo los pies por donde sabe que puede ayudar, colaborar, proseguir. Es una lucha buena. Yo como mujer tengo certeza absoluta que las mujeres, cuando agarran, querido, para hacer una cosita, ¿me entiendes?: la hacemos".
