Marcelo Contreras
Los sorprendidos eran ellos, los miembros de The Gathering, que anoche casi repletaron el teatro Caupolicán. "Créanme, es fantástico". Palabras genuinas de la vocalista y alma de la banda, Anneke van Giersbergen, frente a la devoción que despierta en el público chileno el quinteto holandés.
Según las etiquetas, The Gathering ronda el metal. La rotulación es mezquina. Si bien un puñado de riffs acerados retocan algunas canciones, la inspiración más notoria es Radiohead.
Los climas musicales se activan con la lógica del estallido: a pasajes etéreos suceden explosiones donde la guitarra se transforma en una muralla sónica resguardada por ambientales teclados, y una base rítmica algo floja y predecible. Sin embargo, la cuenta es por completo a favor de The Gathering, que ha encontrado en el público criollo al amante cómplice dispuesto a la seducción total.
