Lee aquí la información sobre el próximo concierto de Isabel Aldunate
Además del trabajo de sus bailarines, la nueva obra del Ballet Nacional Chileno tiene un mérito similar en la cantante Isabel Aldunate, que hace una antología personal de música popular chilena y muestra su capacidad para emocionar con la interpretación.
David Ponce

Vals, polka, cueca y mazurca: Isabel Aldunate canta hoy y mañana junto al Ballet Nacional Chileno y actúa el 15 de junio en el Teatro del Parque.
En un momento del espectáculo
Valparaíso vals, que el Ballet Nacional Chileno termina de presentar este fin de semana en el capitalino Teatro Universidad de Chile, la cantante Isabel Aldunate sale adelante al escenario y con su pura voz empieza a cantar el poema "Vergüenza", de Gabriela Mistral, de modo que cuando luego se suman una guitarra y el piano queda clara la precisa afinación de su voz, pero mejor aún, la emoción que la cantante es capaz de dar a la música.
Esos detalles pueden quedar inadvertidos frente a la actuación del elenco de bailarines del Banch en esta nueva obra dirigida por Gigi Caciuleanu, pero la música de
Valparaíso vals es también un mundo en sí misma y se ensambla con naturalidad a la coreografía, en una serie de emociones que se suceden en la obra gracias a la unión del sonido y el movimiento. La selección de las diecinueve canciones, por ejemplo, es un logro en sí misma porque articula con lazos casi invisibles el eje del puerto, el de la bohemia y el del salón de baile, entre otros.
Variaciones sobre Valparaíso hay varias: las canciones "Valparaíso en la noche" y "Cuándo, Valparaíso", de Ángel Parra y Desiderio Arenas; los valses "Valparaíso" y "Puerto esperanza", de Gitano Rodríguez y Dióscoro Rojas, conectado a su vez con "La joya del Pacífico", el vals inmortal de Víctor Acosta popularizado por Lucho Barrios. Homenajes también hay, y uno arrebatador llega cuando la anfitriona canta "Cielito lindo" tal como solía hacerlo la célebre cantante chilena Rosita Serrano, quien además resulta ser tía de Isabel Aldunate, según ella misma cuenta en vivo.
Un tesoro especial del programa está en el cuplé, el chotis (del alemán
schottisch, escocés), la polka y la mazurka, bailes de hace más de un siglo que también aparecen en el repertorio. Aquí las fuentes son las canciones que el compositor Luis Advis escribió junto a Jaime Silva y Julio Rojas para el célebre LP
Canciones del 900 (1972), grabado por Margot Loyola para Dicap, sumadas a la jugada maestra de cantar además la "Mazúrquica modérnica", una mazurca que basta escuchar de nuevo para asombrarse por igual ante el ingenio y el discurso de Violeta Parra.
Isabel Aldunate, una cantante iniciada en los albores del Canto Nuevo en 1977 pero también capaz de citas más rutilantes al cabaret y otros géneros, se comporta en todos estos casos no sólo como una intérprete expresiva y dueña de una voz poblada de recursos. También como una antologadora o compiladora, casi como una curadora que entrecruza todas aquí todas estas antologías de música popular chilena. Pero además ésta es una selección personal, en la que otro eje es la propia cantante. Ella intercala canciones escritas con nombre y apellido para su voz de soprano por Desiderio Arenas, quien demuestra ser su compositor de cabecera con la crónica personal de "Prontuario" o con el solo título de "Isabel mirando volar los palomos".
Lo mejor llega cuando incluso el conocimiento pasa a un segundo plano frente a la sensibilidad. Luego de "Vergüenza", de Gabriela Mistral, Isabel Aldunate borra todo rastro de melancolía con "Mis noches sin Marlon Brando" y versos como "Mi torvo fornicador, mi kamikaze (…)", también hechos a mano por Desiderio Arenas para ella. Y hacia el final la cantante se enseñorea y hace y deshace con esos contrastes, desde la picardía de polkas y mazurkas al sortilegio de la cueca "Mariposa", que tiene sólo dos acordes de guitarra pero esconde quizás cuántos más imaginarios, o desde la música de habanera para el jocoso poema "Corazón, no desesperes", de Óscar Hahn, hasta "Cuándo, Valparaíso", la única vez en que el propio Desiderio Arenas sale a cantar con su voz desaliñada y real. Los méritos de
Valparaíso vals están a la vista, pero también se pueden oir en el modo en que Isabel Aldunate trae en esta música a la historia y la emoción juntas de la mano.
De las canciones del 900 hasta una mazurca moderna
Diecinueve canciones, dieciocho de ellas de autores chilenos, dan forma al repertorio de Valparaíso vals, una muestra de patrimonio cultural al alcance del oído.
"Puerto esperanza" (Dióscoro Rojas).
"Valparaíso en la noche" (Ángel Parra).
"Isabel mirando volar los palomos" (Desiderio Arenas).
"Las migraciones" (Desiderio Arenas).
"Valparaíso" (Osvaldo Gitano Rodríguez).
"Cielito lindo" (Quirino Mendoza y Cortés).
"Vergüenza" (Gabriela Mistral / Eduardo Yáñez).
"Mis noches sin Marlon Brando" (Desiderio Arenas).
"Farewell" (Pablo Neruda / Istros Danai)
"Cuplé de la viuda" (Jaime Silva / Luis Advis).
"Chotis de la p…" (Julio Rojas / Luis Advis).
"Mazúrquica modérnica" (Violeta Parra).
"Mariposa" (recopilación de Violeta Parra).
"Polka de la recién casada" (Julio Rojas / Luis Advis).
"Corazón, no desesperes" (Óscar Hahn / Desiderio Arenas).
"Cuándo, Valparaíso" (Desiderio Arenas).
"El hombre de la proa" (Desiderio Arenas).
"La joya del Pacífico" (Víctor Acosta).
"Prontuario" (Desiderio Arenas).
"Puerto esperanza", bis (Dióscoro Rojas).
Las últimas dos funciones en Santiago tendrán lugar los días viernes 19 y sábado 20 de mayo a las 19.30 horas en el Teatro Universidad de Chile (Providencia 043,metro Baquedano, 634 5295. $3.000, estudiantes $1.000). Luego la obra será presentada en el Teatro Regional del Maule, el reciente recinto cultural de la ciudad de Talca, los días viernes 26 y sábado 27 de mayo. |