Marcelo Contreras
Como buen producto prefabricado, la última carta del pop mexicano, Reik, tiene su cancha perfectamente delimitada: canciones románticas y ligeras sin malicia, para chicas adolescentes que están diciendo te quiero por primera vez en sus vidas.
La noche del pasado viernes 26, el trío que está a punto de conseguir disco de oro en Chile, debutó ante más de 2.000 jovencitas en el estadio Víctor Jara.
Con apenas un álbum, Reik se aplica en representar una especie de versión teen pop de Sin Bandera. El vocalista Jesús, un tipo algo macizo para la ajustada ropa que viste, y de gestos sensibles antes que insinuantes, aún está aprendiendo a dominar el escenario. Lo mismo Julio y Bibi, sus compañeros encargados de las guitarras. Por cierto, la mesura es parte de la receta que por ahora los encumbra.
