Gilberto Ponce
La Orquesta Sinfónica de Chile presenta una nueva edición de la "Temporada del Descubrimiento", paréntesis entre la Temporada Internacional, con la que abre el año, y la Oficial de 10 conciertos con que continúa.
Este ciclo tiene por objeto dar a conocer nuevas obras de compositores jóvenes chilenos, así como a intérpretes y directores que están iniciándose en el trabajo musical como profesionales.
Las razones expuestas hacen que la evaluación de los programas deba realizarse bajo esta perspectiva, dado que se trata de una oportunidad única para estas nuevas generaciones de músicos.
Con sólo 23 años cuenta Lautaro Mura, autor de la primera obra que se escuchó, la que según cuenta el propio compositor, es parte de su proyecto de tesis y se titula "Flores para un nuevo aire".
Está escrita para gran orquesta, hace un buen uso de instrumentos y sus familias, y está planteada sobre la base de contrastes de todo tipo: dinámicos, melódicos y rítmicos. La obra busca colores y, en ocasiones, atmósferas. Su lenguaje oscila entre lo atonal y lo aleatorio, y en su sección final es posible recordar a Stravinsky. Fue correctamente dirigida por el también debutante Pablo Herrero, argentino y alumno de dirección de David del Pino, en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
Renato Serrano, un joven que ya cuenta con una importante carrera musical tanto en Chile como en extranjero, interpretó con extraordinaria musicalidad y de memoria el famoso "Concierto de Sur" para guitarra y orquesta del mexicano Manuel María Ponce, obra de carácter neoclásico, con fuertes reminiscencias españolas.
La calidad del solista quedó en evidencia en la coda del primer movimiento, y en el encore: un movimiento de una sonata para guitarra sola del mismo Ponce.
En cuanto al acompañamiento orquestal, éste fue solo discreto. Incluso, los pequeños desajustes en los movimientos extremos dejaron sin relucir los indudables méritos de la obra. No obstante, un logro fue el hermoso segundo movimiento, que es casi un "concertante" para la guitarra con la orquesta, donde se creó una sutil atmósfera.
Los largos y calurosos aplausos fueron el reconocimiento para un solista que dará que hablar en el futuro, y que ya cuenta con primeros premios en España.
En esta temporada, todos los conciertos finalizarán con obras de Wolfgang Amadeus Mozart, como parte de la celebración de los 250 años de su nacimiento. En esta oportunidad se escuchó la Obertura de la ópera "Don Giovanni" y la Sinfonía Nº 35 K. 385, conocida también como "Haffner".
En estas obras se pudo vislumbrar algunos de los valores de Pablo Herrero como director. Posee un pulso firme y claro, es muy energético y gusta de las sonoridades poderosas, lo que a veces conspira en contra del estilo, pero en estas emblemáticas obras, supo encontrar frases claras y contrastes interesantes. La velocidad con que las enfrentó pudo ser un obstáculo grave, pero encontró en la orquesta una disciplina ejemplar, donde cada uno de los músicos hizo lo que debía: "hacer música" siguiendo una batuta, que en momentos no fue tan clara.
Es digno de aplauso el profesional comportamiento y rendimiento de la Sinfónica, que pone al servicio de estos jóvenes todo su talento, para ayudarles en su desarrollo musical.
