Lee aquí la información sobre el concierto del grupo
Jorge Campos, Jaime Vásquez y Raúl Aliaga debutan como trío, estrenan música y graban un disco en vivo. Todo a la vez. Adiestrados en grupos históricos como Congreso y sobre todo Fulano, donde los tres tocaron juntos, vuelven con una idea nueva:
Global Evasión. "Testarudos y porfiados", definen.
David Ponce

Jorge Campos, bajista: en julio se radica en Londres.
Si la globalización es el signo de una era, en Chile ya hay gente que piensa en el fenómeno siguiente: la globalevasión. O Global Evasión, nombre acuñado por Jorge Campos, Jaime Vásquez y Raúl Aliaga. Por ahora es el título del concierto con que estrenarán su música hoy en el Teatro Providencia. En julio será además el nombre del disco que editarán con la grabación del mismo concierto.
Los tres tienen experiencia suficiente para abordar el trabajo. Campos y Aliaga son integrantes de Congreso. Vásquez, Campos y Aliaga fueron integrantes de Fulano, el primero hasta 1995 y los demás hasta la separación del grupo tras la muerte del pianista Jaime Vivanco en 2004. Campos y Vásquez tocan además en Araukanía Kuintet. Y las rutas personales de cada uno incluyen muchos otros grupos.
"El otro día nos reíamos de eso: de que seguramente iba a salir el tema de los ‘ex’, y entonces salían como ochocientos lotes", sonríe Campos y enumera sin pausas: "Santiago (del Nuevo Extremo) Fulano Congreso Huara Trifusión... Pero éste es esencialmente un proyecto creativo. La premisa fundamental para los creadores es sorprenderte. Y eso pasó la primera vez que nos juntamos a tocar", agrega. Y al respecto cita la coincidencia entre "tocar" y "jugar" que se da en el inglés
play o el francés
jouer. "El español es más castigador de esa sintaxis: hay dos palabras, una para tocar y otra para jugar. Pero tú puedes decir muchas cosas jugando".
La evasión global

Jaime Vásquez, saxofonista y flautista: estrena un tributo al pianista Jaime Vivanco.
La idea del trío rondaba desde 2005. "Había una persecución que no se concretaba", dice el saxofonista. "La verdad no tenemos nombre como trío, pero sí como espectáculo. El nombre de un disco fundamenta una posición estética, conceptual, una estrategia musical. Esta reunión se llama Global Evasión porque hay un concepto, tiene un significado que, a pesar de que diga evasión, es todo lo contrario; hay una consecuencia respecto de lo que entendemos por la música: una estética moderna y contestataria".
"La evasión es un buen punto de partida. No como antes, cuando era la inspiración o el compromiso", sonríe Campos. "La Humanidad ahora funciona con la evasión. No funciona con una gran religión ni un gran mito personal ni una gran estructura mental. Aún el más fanático de los religiosos me parece a mí que también es evasivo. Nosotros mismos al ser testarudos y porfiados en algo que es absolutamente anticomercial, poco rentable, estamos insisiendo en un deporte extremo más bien, como ese camino que dice el Zen: tú haces el camino caminándolo, sin metas inmediatas".
Más que evadiendo, Campos, Vásquez y Aliaga parecen estar enfrentando. "El concepto está bien enmarcado, porque en el fondo igual nos estamos evadiendo del contexto al que hemos estado acostumbrados", argumenta Aliaga. "Hay una posibilidad de estar evadidos de los dogmas. Esa estructura es un riesgo, para nosotros es una apuesta muy grande, nos estamos juntando de partida en una forma distinta a la estructura musical. Estamos sin ese apoyo de un pianista o de un guitarrista, estamos desestructurados en esa parte".
"Gracias a Dios", agradece Vásquez.
"No está el ensamble armónico que te da esa seguridad para moverte", define Campos. "A esta altura no es necesario. Tengo la concepción de que la música tiene que ser más la cuestión sónica. Y todos estamos coinciendo en eso".
Afro, minimal, huacho e infernal: el repertorio

Raúl Aliaga, percusionista: reciente ganador de un premio Altazor como ejecutante.
Cada integrante del grupo está bien equipado. El trío suena con Jorge Campos (bajos, contrabajo, bajo de pedales, teclados), Raúl Aliaga (batería, marimba, gong, teclados, percusión y secuencias) y Jaime Vásquez (saxos, flautas, teclados y voz).
"Y voy a hablar. Mucho", agrega el saxofonista, que integra al grupo versos de los poetas Fabio Salas y Jordi Lloret. "Y la Biblia. Porque me estoy salvando. Yo no sé hacer canciones, la cosa poética me copa, pero estos amigos hacen un poema que te lanza".
Diez composiciones integran el repertorio. Se llaman "Walkin Bush", "Afrominimal", "Huacho infernal", "Ópera chino", cada una con duración estimada en veinte minutos y con mucha improvisación, catarsis y fusión. "Walking Bush", por ejemplo, es un encuentro de dos géneros musicales.
"Se representan los dos mundos", dice Aliaga. "Ya el título puso de una forma inconsciente dos contextos de música para un mismo tema: toda la onda jazzística americana, súper happy y súper buena onda, y por otro lado la parte
iraquí", recalca. "Con una línea melódica muy loca".
"Un contrapunto sónico", dice Campos. "Y se produce una esquizofrenia, pero en el fondo estamos en el mismo contexto", completa el percusionista. Y otra composición de Aliaga y Vásquez, para marimba y flautas, es un homenaje a Jaime Vivanco, compuesto a partir de una canción de Fulano, "Buhardillas".
"Se llama ‘Pequeñas buhardillas’. No me alcanza porque el talento armónico de él es tremendo", dice Vásquez. "Nosotros siempre tocábamos flauta y piano. Es un microtema que quise hacer y dedicarle. Me emociona mucho la imagen de él, de mucho amor. Yo estaba en Italia trabajando, quería hacer un tema para piano y flauta y él me tiró una ayudadita. Ése es un débito que tengo".
El viaje de Campos: sin fecha de vuelta
Fulano se filtra en la historia de los músicos. "Es un referente fuerte respecto de la composición, la forma de abordar la música, de pararse arriba del escenario, del eclecticismo con que trabajamos las composiciones, del paseo que hacemos del folclor a Sibelius, Airto Moreira, Fred Frith", enumera Vásquez.
"La música popular contemporánea tiene elementos de todas partes", continúa. "Por ejemplo yo escucho harto reggaetón. Es más: me gusta. Escucho el uso de las máquinas", explica, y canta: "Hoy es noche de sexo, voy a devorarte, nena linda" (el hit "Noche de sexo", de los puertorriqueños Wisin and Yandel). "Daddy Yankee se manda unos textos cototos, ocupa máquinas y está mezclando todo. Esa es música popular".
"Yo siento que el toque es más denso. En ese sentido discrepo y es bueno que se sepa también", difiere Campos. "Lo que estamos haciendo es una especie de ruido que tiene que ver con la mejor música que nos atrae. A ti te gusta el reggaetón, pero a mí me gusta el rock pesado. Pero mucho. Si alguna cosa me gusta es el rock. Me gusta mucho Stravinsky también y puedo ser intelectual, pero en realidad yo me pongo a chasconear y a saltar con una cosa pesada que toco en un solo tono".
El disco
Global evasión está previsto para ser editado en julio, al cabo de una gira de diez días que Aliaga y Campos harán por Europa. Luego de eso tocarán en vivo en Chile, y más tarde, a mediados de julio, Campos ejecutará la decisión drástica: se instala en Londres. Se va de Chile, y de Congreso, después de unos últimos conciertos en Lima y La Paz.
"Se nos va el mapuche del bajo", resume Aliaga. "Sin fecha de vuelta, sí. Es un plan de muchos años que llegó el momento de hacer", explica Campos, que además pretende coordinar su nuevo domicilio con los planes del trío. "Eso también va a ser bueno, porque el Chino y Raúl viajan mucho. Y no es malo pensar en hacer música para fuera", considera. "Un trío es prácticamente perfecto como banda. Es la mitad de una banda. Es la única parte de no evasión que tenemos".
"Esa es una de las cosas que nos ha dado harta fuerza: despedirnos en una forma ritual", fundamenta Raúl Aliaga. "Haciendo lo único que sabemos hacer", sonríe Campos: en este caso es el debut de un grupo, el estreno de música y la grabación de un disco en vivo, todo a la vez. "Me gustan los hitos", dice. "Insistiendo en lo del deporte extremo, es el riesgo. Es potente".