LONDRES.- Buenas noticias para los fans de "The Who" y malas noticias para los fabricantes de guitarras: el veterano grupo de rock se mostró en plena forma en el inicio de su gira mundial, aunque el líder del grupo, Pete Townshend, no quiere romper nunca más una guitarra. Tras cuatro décadas en las que "el más salvaje de todos los rockeros británicos" rompía cientos de guitarras carísimas durante sus actuaciones en directo, se ha puesto fin a todo ello, según informa hoy el diario británico "The Times".
En el primer concierto de su nueva gira, Townshend, de 61 años, arengó en la noche del domingo a sus fans en la Universidad de Leeds: "¡Hemos regresado!".
Algo más tarde, el padre fundador de The Who dijo para decepción de los seguidores que esperaban un nuevo acto de destrucción: "Desde hace tiempo se ha convertido en un cliché. La última guitarra la destrocé hace dos años en Japón".
Eso fue en un concierto en Yokohama. Los fans podrán conseguir los pedazos que quedaron de la Fender Stratocaster que rompió en una lotería. Los boletos se venderán a diez dólares (ocho euros) y la recaudación se destinará a las víctimas del huracán "Katrina" en Nueva Orleans (Estados Unidos).
En la ciudad universitaria de Leeds, en el norte de Inglaterra, The Who dio un concierto hace 36 años que se convirtió en uno de los mejores álbumes de música rock hasta la fecha: "Live in Leeds".
En esta ocasión, ofrecieron una nueva versión (con apenas unos pocos cambios) de la legendaria actuación. Los fans, la mayoría de ellos ya mayores, consideraron especialmente dolorosa la ausencia de dos de los fundadores de la banda. El batería Keith Moon murió en 1978, mientras que el bajo John Entwistle murió en 2002.
Entre los éxitos más sonados de The Who figuran títulos como "My Generation", "Happy Jack", "Won't Get Fooled Again", "Behind blue Eyes" y "Baba O'Riley".
