JK Rowling, autora de la saga de Harry Potter. Foto:Reuters |
LONDRES.- La autora JK Rowling confesó el domingo que se siente triste porque sus días escribiendo los libros de Harry Potter están a punto de terminar.
Sin embargo, como siempre, se rehusó firmemente a revelar cualquier detalle de la última saga de la historia del mago adolescente tras asistir a la fiesta ofrecida a 2.000 niños en el Palacio de Buckingham para celebrar el cumpleaños número 80 de la reina Isabel II.
Rowling, que actualmente se encuentra escribiendo el séptimo y último libro de la serie que ya ha vendido más de 300 millones de copias, dijo a Reuters: "Me siento triste porque éste es el último. Pero hasta el momento, todo está bien".
Consultada sobre cuándo estará listo el libro para su publicación, la escritora sólo dijo: "Estoy por buen camino según creo. Nunca puedes decir realmente cuando estás cerca del final. Todavía no he llegado ahí".
Los niños que se hallaban en la fiesta del palacio asediaron a Rowling como a una estrella de cine, siguiéndola, pidiéndole autógrafos y luego quedando en absoluto silencio cuando se sentó a leerles extractos del sexto libro de Harry Potter.
Inmutable ante jóvenes fans que intentaban frenéticamente obtener un autógrafo, dijo: "Esta es la parte que me gusta. Me gusta reunirme con ellos".
En una "esquina de escritores" especialmente dispuesta sobre el césped del Palacio de Buckingham, Rowling compartió el escenario con Michael Bond, quien escribió los cuentos del oso Paddington, y Philip Pullman, autor de la trilogia "His Dark Materials".
Elogiando lo que calificó como era dorada de la literatura infantil, dijo: "Creo que esta es una forma fantástica de celebrar el cumpleaños de la reina. Creo que esta fue una idea muy buena. Es maravilloso ver a todos estos niños aquí".
Mientras Winnie the Pooh desfilaba alrededor de los jardines del palacio junto a Peter Rabbit y a Toad de Toad Hall, la autora reflexionó sobre la bizarra situación, agregando que debe ser uno de los lugares más extraños en que se ha visto asediada por sus fans.
"Debo decir que es bastante surrealista estar aquí en el Palacio de Buckingham", sostuvo mientras detrás suyo podía verse n mar de niños que sostenían libros de Harry Potter para ser autografiados.
