LIMA.- La animadora peruana de televisión Laura Bozzo fue hallada culpable por un tribunal de asociación para delinquir y peculado, por sus nexos ilícitos con el régimen fujimorista, pero no irá a la cárcel, pues se le impusieron cuatro años de prisión no efectiva.
A pesar de que gran parte de la opinión pública y de la prensa consideró "benigna" la pena impuesta, Bozzo, cuyos controvertidos "reality shows" son o han sido vistos en varios países iberoamericanos, anunció hoy que apelará, pues según ella no hay pruebas en su contra.
La sentencia dictada la noche del viernes por el Tercer Tribunal Anticorrupción de Lima señala que la animadora recibió favores ilegales a cambio de su público apoyo al gobierno de Alberto Fujimori, aunque reconoce que no se pudo probar que entre esas prebendas estuvo el pago de tres millones de dólares y el regalo de un collar de perlas.
La pena impuesta a Bozzo incluye una reparación civil al Estado por 30.000 soles (unos 9.000 dólares) y la devolución de 8.500 dólares que según se comprobó recibió en forma ilegal a cambio de sus favores al régimen.
En el Perú las penas de hasta cuatro años no se pagan con cárcel, sino que el sentenciado tiene que presentarse mensualmente y seguir una serie de normas de conducta. Durante el proceso, Bozzo estuvo cerca de tres años bajo prisión domicilaria, que cumplió en un estudio de televisión, lo que le permisió seguir con su trabajo.
Bozzo, cuyos programas tenían elevados índices de sintonía, en especial entre la gente más pobre, hacía abierta propaganda en sus espacios a Fujimori, en especial durante sus candidaturas a la reelección, y a su asesor Vladimiro Montesinos, con quien ella mantenía una relación extraconyugal.
Según la animadora, ese apoyo obedeció a que confiaba en el gobierno y estaba enamorada de Montesinos, pero diversos testigos, incluidos los secretarios de éste último, dijeron que tales favores eran pagados con dinero proveniente del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
Por el mismo caso, el ex asesor fue condenado a ocho años de cárcel y al pago de 100.000 soles (unos 30.000 dólares). Un conocido cómico de televisión, Carlos Alvarez, en cuyos programas también se hacía propaganda gobiernista y se atacaba a la oposición, fue condenado a cuatro años de prisión no efectiva y al pago de 10.000 soles (3.000 dólares).
Durante el régimen fujimorista, caracterizado por una desbordada corrupción, Montesinos manejó un esquema de control de la televisión, para lo cual contó con varios millones de dólares canalizados a través del SIN, del que era el jefe de hecho.
Los programas de Bozzo, quien ahora trabaja desde Lima para canales en castellano de la televisión estadounidense son muy cuestionados porque, según sus críticos, en ellos se hace escarnio de la gente humilde.
