 Edward Teach, más conocido como "Barbanegra". |
No todos eran iguales
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Cuando se habla de piratas —palabra que deriva del griego y que se podría traducir como “el que emprende” o “el que busca fortuna”—, habitualmente se piensa en grupos armados que asaltaban buques para robar su carga, y más de alguna vez, también la nave atacada. Pero los piratas también tuvieron incursiones en tierra firme, asaltando ciudades como Veracruz, Maracaibo o Cartagena de Indias.
En el Caribe también surgieron los bucaneros, término con el que se empezó a conocer a los colonos franceses que se habían instalado en la parte occidental de la isla La Española (que hoy comparten Haití y República Dominicana). La versión más aceptada es que el nombre deriva de la palabra india “bucan”, que se refiere al lugar donde ahumaban la carne.
Pero ante su aumento, en 1620 España los empezó a perseguir a los bucaneros hasta expulsarlos. Y se refugiaron en un islote cercano, conocido como La Tortuga, donde se dice que surgieron los filibusteros, especialistas en el robo y pillaje de barcos españoles, además del contrabando.
El origen de la palabra tiene varias versiones. Unos dicen que viene del inglés “free booter” (merodeadores del mar) y otros sostienen que viene de “fly boats”, nombre de los veloces y ligeros buques fabricados en La Tortuga.
Otra clase de piratas fueron los corsarios, que eran capitanes que recibían una licencia de su monarca, llamada “patente de corso”, que era un permiso para atacar naves de un país enemigo, así com el saqueo de ciudades, puertos y diversas mercancías. Esta patente era privilegio de Inglaterra y Francia. Así, muchos piratas se volvieron corsarios para poder operar bajo la protección de la ley.
Pero también hubo algunos que “cambiaron de giro” y fueron conocidos como “negreros”, ya que recorrieron las costas de África capturando personas para vender y esclavizar. Gran parte de la población negra del Caribe se debe al tráfico de esclavos desde África. |
SANTIAGO.- Fueron el terror de los mares, implacables y desalmados en su búsqueda de riquezas a cualquier precio. Hombres —y mujeres— que no tenían nada que perder y mucho que ganar. Pero también fueron figuras que sobrevivieron hasta nuestros días como sinónimo de buques a vela —con la clásica bandera negra con el cráneo y las tibias cruzadas—, aventuras, tesoros y combates a cañonazos en mar abierto. En una sola palabra: piratas.
Julio promete ser el mes de los piratas, con el inminente estreno —el próximo jueves 20— de la superproducción “Piratas del Caribe: El Cofre de la Muerte”, secuela de la exitosa “Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra” (2003), que nuevamente reúne a Johnny Depp, Orlando Bloom, Keira Knightley y Geoffrey Rush.
Pero también es el mes del documental “Los Verdaderos Piratas del Caribe”, que
The History Channel estrena en dos partes, el próximo lunes 17 y martes 18 de julio, a las 22:00 horas.
Escrito, producido y dirigido por Tim Prokop, este programa investiga en profundidad —a través de dramatizaciones, animación digital, entrevistas a expertos y piezas de archivo— la historia de los principales piratas que aterrorizaron el Caribe durante los siglos XVII y XVIII, sus vidas privadas, su relación con los diferentes gobiernos de la época, su apogeo y las causas de su desaparición.
Descubriendo su historia
“Los piratas son un gran tema y el Caribe fue el centro de muchas de sus vidas y leyendas”, dice Tim Prokop, en entrevista exclusiva con “El Mercurio”. “Decidimos partir por el comienzo: discutimos cómo habían surgido y en qué condiciones; cómo los piratas evolucionaron, crecieron y se volvieron poderosos. Y finalmente, cómo fueron desapareciendo”.
“Había tanto material para este programa, que tuvimos que cortar varias escenas. Hubo muchos piratas que no pudimos incluir, porque en el Caribe llegó a haber cerca de 2 mil piratas; espero usar ese material en algún futuro documental (ríe). Así que nos centramos en descubrir las diferencias entre los hechos y la ficción en la vida de los piratas. Y tratar de entender cómo surgieron sus leyendas”, asegura el responsable tras este documental.
Consultado acerca del mayor aporte de este documental, Prokop asegura que “nadie antes había intentado filmar un programa tan amplio sobre piratas. Ha habido documentales que mostraban la vida de un solo pirata, como Barbanegra o Henry Morgan. Pero nadie había mostrado la piratería como un todo: creamos una línea de tiempo, puedes ver lo que varios piratas estaban haciendo simultáneamente, y eso te da una clara idea de lo que era el fenómeno de la piratería en el Caribe”.
Motivados por la enorme riqueza que la corona española estaba recibiendo desde América, muchos piratas surgieron con el claro objetivo de interceptar y robar la carga de los buques que zarpaban desde el Nuevo Continente. En ese contexto, el Mar Caribe ofrecía un lugar ideal para la piratería, por su abundancia de islas donde refugiarse. Y allí se empezaron a forjar nombres como los de Barbanegra, Henry Morgan, Bartholomew Roberts, Anne Bonny o Mary Read.
“Los piratas siempre fueron ‘cool’ —sostiene Prokop—. En su tiempo fueron verdaderas celebridades. Por ejemplo, Barbanegra era temido alrededor del mundo y todos en Europa conocían su reputación. La gente seguía sus vidas, los estudiaban y su impacto era enorme”.

¿Cómo eran sus vidas antes de volverse piratas? ¿En verdad hubo mujeres piratas? ¿Existió la Isla Tortuga? ¿Cómo terminaron sus días Barbanegra y otras temidas figuras? Estas y otras preguntas se responderán la próxima semana, cuando “los verdaderos piratas del Caribe” tomen por asalto su pantalla de televisión.
Algunos personajes del mar
Edward Teach (1680-1718): Conocido como "Barbanegra", aterrorizó el Caribe entre 1716 y 1718. Se cuenta que cuando atacaba, se amarraba mechas encendidas a su barba, lo que le daba un aspecto terrorífico. Sus ojos rojos y salvajes eran consecuencia de su bebida favorita, una mezcla entre alcohol y pólvora. Media 1,92 metros y pesaba alrededor de 125 kilogramos. Murió de 20 heridas de machete y 5 disparos de pistola. Y su cabeza fue cortada como trofeo por el teniente Robert Maynard, de la Marina Real.
Sir Francis Drake (1543-1596): A los 13 años zarpó en un carguero, convirtiéndose en capitán a la edad de 20. Fue el más famoso de los corsarios ingleses. La leyenda dice que con su tripulación de franceses y esclavos africanos consiguió una inmensa fortuna en oro. Pero según el propio Drake, tuvo que dejar atrás un importante botín en plata, ya que era demasiado pesado para llevarlo a Inglaterra. Así surge la leyenda de "El Tesoro de Guayacán", que estaría oculto en Guayacán, Coquimbo. Se dedicó a la piratería en las Antillas y saqueó Cádiz en 1587. Por sus logros fue nombrado Vicealmirante por la reina Isabel I. Murió de dinsentería.
Sir Henry Morgan (1635-1688): Excelente estratega naval, se puso al servicio de la Corona inglesa como corsario en el Caribe. Entre otros, atacó Puerto Príncipe, Maracaibo, Portobelo y el archipiélago de San Andrés. Su mayor golpe fue contra la ciudad de Panamá (1670). Asaltó e incendió la ciudad, que mantuvo bajo su control hasta 1671. Al abandonarla se llevó 175 mulas cargadas de oro, plata y joyas y 600 prisioneros. Murió en Jamaica en 1688.