SANTIAGO.- El 15 de agosto de 1945, el Ballet Nacional Chileno irrumpía en nuestra escena artística con la obra "Coppelia", de E.T. Hoffmann, y en uno de cuyos roles principales, el del manipulador Coppelio, estaba el que pronto se transformaría en uno de los nombres fundamentales de la danza en nuestro país: Patricio Bunster.
Coincidencias del destino: esta semana, justo cuando el mundo artístico lamenta su partida, una versión de esa obra será la que abra una nueva temporada del Banch. "Soñando a Coppelia" es el nombre elegido para esta nueva puesta en escena, y la dedicatoria del estreno es precisamente para el destacado bailarín y coreógrafo, quien también director de la compañía.
Claro que el montaje que el público podrá ver a partir de este viernes no será el mismo que Bunster protagonizó 61 años atrás: "Soñando a Coppelia" es una lectura moderna de la obra de Hoffmann, que reemplaza al ballet clásico por la danza contemporánea, además de incorporar proyecciones, guiños a la cultura chilena (incluso con algo de cueca), y mezclas entre la música original de Leo Delibes y nuevas composiciones del italiano Marco Melia.
Detrás de esta particular aproximación a "Coppelia" están los italianos Laura Martorana y Massimiliano Siccardi, quienes se encargaron de la coreografía y las proyecciones, respectivamente, luego de recibir una invitación del director del Banch, el francés Gigi Caciuleanu, hace dos años.
Martorana, quien creó la adaptación especialmente para el Banch, explica que la "lealtad de la obra con la cultura chilena" fue un elemento que tuvieron en cuenta en el proceso de creación, por lo que todas las proyecciones corresponden a rincones de Santiago, en las que también figuran algunas obras del pintor nacional Sergio Vergara, y que entregan diversas claves interpretativas de la obra.
Ante tanto estímulo visual la puesta en escena no podía menos que ser novedosa: un telón transparente como pantalla principal, y diversos paneles móviles sobre el escenario, que permiten que las proyecciones intervengan al tiempo con la danza, tanto desde un primer como desde un segundo plano.
La obra, estará en cartelera hasta el 7 de octubre en el Teatro de la Universidad de Chile, y cuenta la historia de Coppelio, un médico que tiene una muñeca en tamaño real, de la cual el pueblerino Franz se enamora, dejando de lado a su verdadero amor, Swanilda. Esto motiva a Coppelio a darle una bebida mágica para hacerse de su alma, en un montaje que, según Massimiliano Siccardi, refleja "la posibilidad de que el amor corte la mecanicidad de la vida".