Solabarrieta, definitivamente, es un tipo sensible. Esta mañana, en el matinal de TVN, nuevamente lloró.
TVN
SANTIAGO.- Ni un golpe periodístico ni la agilidad de su pluma como columnista de diario. Si hay un hito en la carrera del reportero Fernando Solabarrieta, ese ha sido su llorada transmisión de la medalla de oro conseguida por Nicolás Massú en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
¡Cómo olvidarlo!: "No estamos soñando... Esto es verdad. Corrió como nadie, se lo merece como nadie.Y sí, es cierto, estoy llorando en esta tribuna", se emocionó en esa ocasión el cada vez más rubio rostro de TVN, causando impacto y dividiendo a la prensa especializada, entre los que aplaudían su lacrimógeno relato y los que lo encontraron más falso que Judas.
Pues bien. Solabarrieta, definitivamente, es un tipo sensible. Esta mañana, en el matinal de TVN, nuevamente lloró.
Todo por culpa de Felipe Camiroaga y Tonka Tomicic.
"Puro talento"
Los conductores de "Buenos días a todos" para conmemorar los 14 años de carrera de Solabarrieta, lo invitaron al programa recordando su trayectoria con una nota titulada "La historia del hombre que conquistó a Chile con su talento".
Como en todo perfil, la nota empezó con sus primeros trabajos periodísticos, entrecruzado con palabras de admiración de sus compañeros de trabajo. Hasta ahí, el blondo periodista mantuvo la compostura. Pero no pudo contenerse cuando volvió a ver su mítico y llorado relato.
"Estás emocionado", le decía Camiroaga, tratando de sacarle una cuña a un quebrado Solabarrieta, que se secaba las lágrimas y la nariz con sus dedos.
"A ver... La historia de mi vida como familia es una historia de despedidas y reencuentros. Y son doloras las despedidas", explicaba el periodista. "Entonces... estoy en un momento como muy sensible...nostálgico. Y ver a mis amigos, no sé, yo los escucho a ellos y me da mucha alegría que me conozcan tanto".
Enseguida, y como si estuviera fríamente preparado, después de dar el pase a comerciales, Camiroaga siguió con el homenaje a su colega y amigo con la nota titulada "La historia de amor entre Ivette y Fernando". Las lágrimas, nuevamente, afloraron en el estudio. Para terminar, Solabarrieta pidió la palabra: "Yo lo único que quisiera en mi vida es que a mí me recuerden por un tipo que se equivocó en muchas cosas, tal vez, pero que todo lo hizo con buena intención".
Para terminar el homenaje, la siempre correcta Tonka Tomicic lo despidió diciendo: "Eres muy recordado. La gente te tiene en su memoria. Al hacer un relato tan especial, te recuerda por eso. Nosotros queríamos regalonearte un poquito". Y sí que lo hicieron.
