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SANTIAGO.- Rusell Crowe tiene fama de tipo duro, un calificativo que se ha ganado gracias a películas como “Gladiador”, por la que obtuvo un Oscar el 2001, “El Luchador” o “Capitán de Mar y Guerra”.
Su vida personal también ha contribuido con algunos antecedentes, como el escándalo que protagonizó el año pasado al golpear al empleado de un hotel con el teléfono.
Pero su próxima película, “Un buen año”, ofrecerá una faceta totalmente distinta de su personalidad.
Su nuevo personaje será Max, un exitoso banquero londinense especializado en las transacciones de bonos, a quien lo mueve sólo un objetivo en la vida: ganar no lo es todo, ¡es la única opción posible!.
Un estilo de vida que cambiará cuando tenga que hacerse cargo de la casa de su tío Henry en la conocida región italiana de la Toscana, donde obviamente se le cruzará en el camino una bella mujer, en este caso la actriz Marion Cotillard, y se replanteará sus prioridades.
Viejos conocidos
En “Un buen año”, Crowe vuelve a trabajar con el director Ridley Scott, quien ya lo dirigió en “Gladiador”, época en la que decidieron reunirse en un nuevo proyecto: “Disfruto trabajar con Ridley porque tenemos un muy buen ritmo juntos. Hablamos acerca de cuál podría ser ese proyecto, sabiendo que ambos deseábamos hacer algo completamente distinto de ‘Gladiador’. Así que decidimos hacer una comedia”.
El actor ha declarado sobre su nuevo proyecto que: “A mí me ha pasado esto en mi propia vida, cuando me casé y tuve un bebé. Así que es posible salir de la rutina y cambiar las cosas”.
El guión del largometraje está basado en la novela del mismo nombre escrita por Peter Mayle, a quien se le ocurrió la historia mientras disfrutaba una botella de vino provenzal, una región que se ha convertido en su refugio habitual.
