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Cuenta regresiva para Robbie Williams

Ya lo había anticipado la semana pasada en la única entrevista ofrecida para Chile, para la Radio Rock & Pop. Las horas previas a su megaconcierto serán tensas, pero como en toda situación de esta naturaleza la liberación también promete ser abismante: "Será grandioso". Bastan esas dos palabras en boca de Williams.

10 de Octubre de 2006 | 15:17 | El Mercurio Online
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Cincuenta mil personas se esperan para esta noche en el Estadio Nacional.

EFE

SANTIAGO.- La estrella pop del momento bien sabe hacer su papel: llega en avión privado, elude a los fanáticos (a las groupies no las elude siempre) y a los reporteros que hacen guardia toda una mañana y parte de la tarde en el aeropuerto, se encierra en su megahabitación de hotel, se asoma brevemente por la ventana, juega play station, practica alguna sesión amatoria para matar la tarde. Es el Robbie Williams que alimenta su propio mito.

A las 16 horas las puertas del Estadio Nacional, pero en horas de la mañana ya se confirmaba la presencia de un grueso contingente de fanáticos apostados en los ingresos de las avenidas Maratón y Grecia, en su mayoría mujeres, con el objetivo de conseguir un lugar de privilegio en la cancha sin importar las cinco horas a pleno sol que les esperará.

Es la segunda visita de Williams a Chile. La primera se registró en noviembre de 2004 y fue recordada por bochornos de entrevistas plantadas y la famosa conversación con Luis Jara en un inglés deficiente que produjo una seguidilla de burlas del circo mediático televisivo.

El chico maravilla

Ahora Robbie Williams prepara un concierto de dimensiones comparables con el ofrecido por U2 durante el verano. “No voy a Chile muy a menudo, sólo he estado ahí una vez antes. Y ahora sé que irán unas 68 mil personas al estadio a verme. Eso es muy emocionante”, declaró a la emisora que obtuvo la entrevista. Serán 480 guardias para resguardar un espectáculo que ya probó gran sonido con canciones como "Rock DJ", "Tripping" y "Back for good", de Take That, el antiguo grupo de Williams.

El artista de 32 años, nacido en Staffordshire, perteneció al popular grupo vocal por cinco años y desde desde que se convirtió en solista consiguió más de 20 top ten y seis número uno en el Reino Unido. A los 21 años decidió dejar Take That. Era el verano boreal de 1995. De todos los músicos de Take That, sólo Williams consiguió continuidad al firmar contrato con Chrysalis Records el 27 de junio de 1996.

Fue su disco debut Life thru a lens (1997) el paso definitivo al número 1 y al estrellato, con su balada “Angels”, convertida en himno de la generación. En 1998 volvió a conquistar Inglaterra. Actuó en el festival de Glastonbury, la gran cita anual en el invierno británico, y fue votado como el mejor cantante masculino del año, no sólo por sus antiguos seguidores de Take That sino también por los lectores de revistas NME y Melody Maker.

DJ rockero y crooner

1999 aparece como el año más exitoso. En enero se convirtió en el primer artista en siete años en tener dos álbumes Top 10 al mismo tiempo y en noviembre sus canciones “She’s the one” y “It’s only us” le dieron su segundo single top 1 en los charts. El siguiente triunfo vino con el cambio de milenio y otro hit en el primer lugar: “Rock DJ”, el famoso videoclip donde baila rodeado de mujeres y se desprende de su piel hasta quedar en los huesos mientras la hija de Mick Jagger las hace de maestra de ceremonias en las tornamesas.

Luego Williams se volcó al swing y se transformó en crooner para desplegar un tributo a Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr con Swing when you’re winning (2001). Escapology (2002) siguió a sus cuatro anteriores álbumes y llegó directo al número uno.

Las ventas discográficas a nivel mundial superan los 35 millones de copias, número suficiente como para investir a Robbie Williams, el robusto muchacho inglés, en el más claro candidato a la nueva corona del pop masculino. Después de su presentación en Santiago esta noche, se irá directo al aeropuerto para abordar su avión privado con rumbo a Buenos Aires, donde continúa con nuevas estaciones en Sao Paulo y Ciudad de México.

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