La última apuesta nacional para un Festival de Viña plagado de estrellas del pop.
Warner
SANTIAGO.- Aumenta la oferta rockera del Festival de Viña 2007. El trío chileno Lucybell confirmó que actuará en el show del certamen próximo, al que llegará un año después de haber lanzado su más reciente disco, Comiendo fuego, y con el impulso de la activa gira de conciertos por México y EE.UU. que ha cumplido en 2006.
Integrado por Claudio Valenzuela (voz y guitarra), Eduardo Caces (bajo y teclados) y Cote Foncea (batería), Lucybell ya se ha afianzado en vivo con su actual formación tras la llegada de Foncea, quien en 2005 reemplazó al baterista original del grupo, Francisco González, y ha establecido a México como su nuevo centro de operaciones.
El grupo publicó en ese país su nuevo disco, con la filial mexicana de la compañía Warner, y en los últimos días ha tocado en el club Bulldog de Ciudad de México (el 6 de octubre), en Guadalajara (7 de octubre) y en Salt Lake City, EE.UU. (12 de octubre). Además se preparan para actuar, en ese mismo país, en Denver (14 de octubre) y de vuelta en Teotihuacan y la Plaza de Toros de Ciudad de México, donde compartirán escena con grupos mexicanos como Tex Tex, Víctimas del Dr. Cerebro, Plastilina Mosh, Dildo, El Gran Silencio, Titán y La Lupita.
Con un historial de seis discos grabados entre 1995 y 2006, sin contar grabaciones en vivo ni antologías de éxitos, Lucybell llegará al Festival con los éxitos de sus álbumes Peces (1995), Viajar (1996), Lucybell (1998), Amanece (2000), Lúmina (2004) y Comiendo fuego (2006). De este último ya han sido éxitos de difusión las canciones "Fe" e "Infinito amor", cuyo videoclip el grupo estrena en estos días durante sus shows en EE.UU.
Lucybell se suma así a la programación festivalera de rock junto a Los Tres, Los Bunkers y Gustavo Cerati, y regresará a Viña luego de su actuación de febrero de 2003 en ese escenario. En la ocasión el trío ganó la primera Antorcha de Oro obtenida por un grupo chileno en el Festival, pero también manifestó su molestia pública por la interrupción de la transmisión televisiva de su concierto, un recurso ya habitual que sufren los grupos o músicos programados para cerrar cada una de las maratónicas jornadas de ese espectáculo.
