SANTIAGO.- A mediados de las década de 1990, Mega intentó por primera vez incursionar en el mundo de las teleseries, pero su aventura terminó abruptamente con "Santiago city" (1997), su tercera producción, que tuvo pésimos resultados de rating y fue sacada de pantalla a las pocas semanas de su debut.
Su siguiente acercamiento fue a través de las miniseries de Mekano, pero el estreno de "Montecristo", esta noche a las 22:00 horas, marca su regreso formal a la guerra de las teleseries.
Uno de los rostros que protagoniza la adaptación de la novela escrita por Alejandro Dumas es Iñigo Urrutia, quien luego de 10 años trabajando en las producciones de TVN aceptó el desafío de reflotar el área dramática del canal privado.
La responsabilidad de interpretar uno de los papeles principales de la historia, el de Marcos, se la toma con calma: "No siento que sea un desafío mayor, creo que es un personaje protagónico y obviamente me va a dar una exposición mediática mayor, pero no es como que sea ‘mi momento’, porque yo he tenido personajes muy buenos como el discapacitado de ‘Destinos cruzados’ o el de la ‘Luz divina’ de ‘Amores de Mercado’".
Otra de las cosas que le da confianza es el guión de "Montecristo", que para él "está muy bien escrita, porque podría estar mal adaptada y no funcionar. La historia central y las paralelas están muy bien contadas, son todos personajes que importan, necesarios, y eso es muy importante para una teleserie, porque los personajes secundarios ayudan a que el público enganche".
"Además, es un plus que la trama sea un poco policial, que tenga intrigas. A mí me sorprende cuando leo las escenas, por los límites a los que llega, de texto y de las reacciones de los personajes", agrega.
Dura competencia
Mega será el tercer protagonista que se sume a la oferta dramática, luego de los estrenos de "Floribella" (TVN) y "Charly Tango" (Canal 13), e Iñigo Urrutia está conciente del "riesgo" que corren todos al tener tres producciones al aire y una por estrenarse, la de Chilevisión.
Pero él confía en las diferencias de "Montecristo" con su competencia, en especial con TVN, porque "esta es una teleserie bien adulta, donde hay un contenido bien fuerte, por sus temas, sus escenas, no es una historia para cabros chicos", argumenta.
Esto también explica, para él, que ninguno de los protagonistas de las miniseries de Mekano, como Carla Jara, fuera incluido en el elenco: "esas cosas eran mas naif, más para niños y esta producción requería de buenos actores, comprometidos y que entendieran lo que estaban haciendo".
La década que lleva en pantalla interpretando distintos personajes le permite a Iñigo Urrutia opinar con propiedad, por eso cree que "la teleserie es un género en el que no puedes hacerte el loco y tratar de pretender más. Evidentemente muchas cosas dependen de su presupuesto, pero lo esencial siempre va a ser el guión. Cómo cuentas la historia en 80 o 90 capítulos".
Nuevo escenario
La campaña publicitaria de Montecristo ha sido intensa, por eso es habitual ver su rostro en los rincones más diversos de Santiago.
Ese ha sido uno de los cambios más grandes que ha enfrentado, pero asegura que ya está acostumbrado: "Es raro, te da un poco de pudor, pero te das cuenta que es tu pega y te lo tomas como eso".
El cambio de canal no ha sido un problema para él, porque "las cosas son así, el medio se mueve así, yo siento que no tienes para qué hacerte una casa televisiva. Es agradable trabajar con otra gente y estar en proyecto nuevos".
La experiencia de trabajar con un equipo que realiza por primera vez una teleserie tampoco ha sido un problema, pero reconoce que todo "es más lento, pero por lo mismo ha sido más cuidado, porque hay nerviosismo en el canal, en la productora, pero también están con muchas ganas, es un nervio raro. Además, se la han jugado 100%".
Iñigo Urrutia interpretará a Marcos, el antagonista principal de la historia.
Él es quien traiciona a Santiago (Gonzalo Valenzuela) y desencadena su venganza luego de abandonarlo en una cárcel de Marruecos.
"Es un personaje súper bien armado, me siento privilegiado porque a cualquiera le gustaría hacer este papel. Es un ser complejo, entre maquiavélico y obsesivo, porque tampoco es el malo, malo, porque tiene la cagada en la vida" comenta.
Su futuro no lo tiene claro: "No pienso mucho en el futuro, he aprendido a hacer las cosas sin pensar en las expectativas de lo que viene después, pero me gustaría trabajar más en cine", reconoce.