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"La gente de mi edad está mirando para atrás"

19 de Octubre de 2006 | 00:00 |
Pasaron Los Prisioneros, pasó un primer disco casi inadvertido en los ’90, y hoy Claudio Narea tiene 41 años, es abuelo y está listo para sacar la voz solo. El largo camino al éxito, se llama su disco. "No me interesan Los Prisioneros, no quiero pensar que ésa fue mi mejor época, para nada", dice. "Hoy me siento más vivo, más creativo que antes".

David Ponce


Soy Claudio Narea: El largo camino al éxito se llama el nuevo disco del músico. "El largo camino que me tomó, a mis 41 años, tomar la determinación de ser músico", dice (foto: Santiago Zavala).
Claudio Narea lleva al dedillo la estadística de su flamante carrera personal. "Toqué tres veces el año pasado, una vez en la (Sala) SCD de Bellavista, una en Vespucio y una en el Pub Music. 30 de septiembre, 1 y 7 de octubre. Y luego una en junio en La Batuta. Y eso es todo lo que soy de solista", sonríe, dispuesto a aumentar esa experiencia. Narea, el guitarrista histórico de Los Prisioneros, ya tiene listo su nuevo disco, El largo camino al éxito, que es el segundo luego de su debut Claudio Narea (1996), pero que en muchos sentidos es el primero. "Es primera vez que estoy preparado para rendir examen", dice.

–¿Eso no pasó en el disco anterior?
"Yo nunca toqué ese disco. Fue un disco de ejercicio, porque no me atrevía a tocar y sentía que no valía la pena. Los grupos nuevos parten con ganas de hacer música sin importar si es por amor al arte, pero yo no tengo más ganas de hacer eso".

–¿Ni antes ni ahora?
"Ahora tampoco. Muchos músicos parten sacando el disco, con esfuerzo, con independencia, y yo ya no quiero hacer esa cuestión porque tengo más edad que ellos y si en algún momento no me preocupaba el asunto, ahora me preocupa y no estoy en la parada de ir a tocar por bolitas de dulce. Me interesa que mis discos se vendan y que interese al público".

–¿Entonces la diferencia con el disco previo es que ahora tienes la convicción de tocar?
"Claro. Es que tomé conciencia de decir ‘Soy Claudio Narea’, de aparecer en la portada. Por mucho tiempo me disfracé, detrás de Profetas y Frenéticos, de un disco solo que nunca toqué, todos pasos medio raros. Habiendo aprendido de los porrazos, si lo intento capaz que me resulte".


Joven abuelo

–¿Por eso se llama así, porque es un largo camino?
"Sí, pero también era el mejor título", dice. "El largo camino al éxito" es también el nombre de la primera canción del disco. "El tema ni siquiera estaba tan terminado, pero tenía que quedar bien porque el título ya estaba y tenía que sacar brillo a la canción, para que luciera como la principal".

"El título deja pensando qué quiso decir este tipo: que se cree muy exitoso, es soberbio, es irónico. Y son varias cosas. Pero sobre todo lo elegí porque lo encontré bonito", explica. "Yo cachaba que si me ponía a tocar de nuevo me podía llegar ese éxito de fama y fortuna, pero lo único que quiero es poder vivir de la música. Yo creo que el tema es contradictorio, porque por un lado hablo de que voy haciendo este camino y me caigo pero igual sigo, y el coro dice lo hago sólo por ir. Pero me fui dando cuenta de que en toda la vida que llevo aparecen contradicciones todo el tiempo. Entonces me pareció normal que saliera una canción así".

–La idea tiene dos lados. Por una parte tienes 41 años y ya no quieres improvisar: ahí se nota el largo camino.
"Claro. El largo camino que me tomó, desde que partí, decir ‘Oye, a mis 41 sí, voy a ser músico’. Hoy día y no antes tomo la determinación de ser músico. Ahí es cuando toma otro significado adicional: todo el tiempo que me demoro en darme cuenta de quién soy yo".

–Pero el éxito parece irónico, porque es mucho más incierto.
"Claro, por eso hago esto, a mis 41 años, y sintiéndome joven, además que mis hijos se muestran mi música con sus amigos y les encantan mis canciones. Significa que me conecto mejor con gente de esa edad, quince, diecinueve años, que con gente de mi edad. La gente de mi edad está mirando para atrás, está diciendo ‘Qué buena época fueron los ''''''''80, ¿ah?’, con nostalgia, por sus mejores años, sus años de juventud, y van a las fiestas de los ’80. Y yo no echo de menos nada de los ’80, poh".

–¿No?
"Estoy pendiente de lo que estoy haciendo ahora, todavía descubriendo quién soy yo, y si no lo decido hoy me voy a quedar dando vuelta sin mi espacio. Porque la gente me habla de Los Prisioneros. Y, ¿sabes qué? Sí, yo estuve el Los Prisioneros, dos veces, pero, la verdad, no saco nada en limpio más que haber aprendido junto a ellos, pero no me interesan Los Prisioneros, no quiero pensar que ésa fue mi mejor época, para nada. Lo único que quiero pensar es adelante. No sé si a la gente le hace bien mirar para atrás, pero a mí me haría muy mal, sobre todo porque efectivamente yo era un guitarrista, no era el compositor de las canciones, ni siquiera era un buen guitarrista, no cantaba bien. Tampoco toco bien la guitarra ahora. Pero hago mis canciones. Hoy descubro que lo que mejor sé es producir mis canciones, las canto mejor que nadie porque son las mías. Y decido sacarme la timidez que tengo. Porque soy tímido para todo esto. Por eso no me atreví antes".

–¿Eso es descubrirse?
"Claro. Entonces para mí es muy potente ver que mis hijos muestran con orgullo mis canciones a sus amigos y van a ir al concierto. Hoy me siento más vivo que antes, más creativo que antes".

–Más joven, dijiste también.
"Sí, me siento joven".

–Ahora tienes barba, pero siempre te viste más joven.
"Sí. La gente me dice ‘Oye, nosotros estamos cambiado, hemos crecido, hemos engordado, pero tú estai igual. Te ves igual a como te veías hace veinte años’".

–Dorian Gray.
"No me veo igual, pero a la gente le parece así".

–¿Y te hace sentir halagado eso?
"… son las contradicciones. O sea, yo soy abuelo, ¿cachai? Tengo un nieto de un año cinco meses. Aparecen de nuevo las contradicciones. Yo me siento joven en muchos aspectos, pero por otro lado también me siento más maduro. Me hace sentir bien que la gente me diga eso, aunque cuando me hablan de Los Prisioneros y de los ''''''''80 siento que no están tan sintonizados conmigo. Están sintonizados en el tema del recuerdo, de la nostalgia, y es un tema del cual yo quiero escapar. No me interesa buscar por ahí".


No hay vuelta que darle


Narea durante su último paso por Los Prisioneros, en 2001. "Él (Jorge González) tiene su visión del asunto y yo tengo la mía. Y nunca nos vamos a poner de acuerdo" (foto: Christian Castro / El Mercurio).
–¿Por qué entonces hay canciones que tienen que ver con ese pasado?
"Porque es eso", dice, y muestra la foto del CD. "Yo igual estoy mirando el pasado, lo que he estado haciendo. Es un disco de cara al futuro y de cara al pasado también".

–¿No era posible divorciarse de todo lo que pasó?
"No, porque yo tenía que cerrar ciertas cosas que estaban abiertas. Y es curioso, porque las canciones que menos me entusiasman son ésas, precisamente", dice, en referencia a dos canciones que, sin mencionar nombres propios, están dedicadas a Jorge González y Miguel Tapia: "Bórralo de la lista" y "Si calienta el sol".

"No es que no me entusiasmen, pero a mí me gusta hacer música más festiva", explica: "Profetas & Frenéticos, ‘Amar es complicado’ (el primer éxito de su primer disco), ‘El baile mental’ (una de sus nuevas canciones): ésa es la música que me sale más del alma. No podría estar en Radiohead, por ejemplo. No me siento depresivo. Pero salieron estas canciones. ‘Bórralo’ nació con la letra al tiro, pero no era algo que estuviera seguro de incluir en el disco. Cuando la grabé pensé ‘Qué estoy haciendo. Estoy diciendo algo que en realidad tal vez no debería decir, tal vez no había para qué’".

–¿Y por qué resolviste que sí?
"Porque encontré buena la canción, finalmente. Quedó como dramática pero me pareció que estaba bien".

–¿"Si calienta el sol" también fue así?
"Tal vez musicalmente sea la que menos me entusiasma. Hay gente a la que le gusta harto. Pero esas canciones son situaciones que no me eran indiferentes. Fue tanta la frustración que sentí con mi salida de Los Prisioneros, que siento que hubo palabras que no se dijeron. Por eso creo que salieron esas canciones. Además las dos son perfectamente aplicables a cualquier persona. No es que no puedan ser universales. Cualquiera puede haber sido traicionado o haber tenido una mala experiencia. Por esa razón también las incluí".

–¿Tuvo que ver el libro sobre Jorge González del año pasado, que fue un libro súper frontal donde sales muy aludido?
"Sí, claro. No lo leí, pero a mis oídos llegaron algunas cosas del libro. Y claro, para mí igual es fuerte que un tipo como él me ningunee, que (dijera que) no aporté nada, que era un huevón flojo, que no tenía talento: yo era nadie. Creo que la sola respuesta a todo eso es sacar este disco. Para qué vamos a entrar en más cosas: él tiene su visión del asunto, yo tengo la mía. Y nunca nos vamos a poner de acuerdo. Para él siempre voy a ser inferior, nunca debí haber abierto la boca para decirle que a sus canciones les faltaba trabajo, porque su voz y la de los que lo rodean es lo único que escucha, y yo nunca había trabajado con nadie así. Nunca, con nadie, he tenido una experiencia tan penca como la que he tenido con él".

–¿Qué cosas del libro te afectaron más, de las que dijiste? El poco aporte artístico, la pereza… otra crítica era la de que fueras más amigo de los medios, lo que te daba mejor prensa.
"Yo creo que él está loco. No creo que haya más vuelta que darle al asunto. Qué te puedo decir… ‘amigo de la prensa’ no soy. Que yo no sea tan frontal ni tan mala onda no significa que sea amigo. No sé si tiene mucha importancia. Si cree eso que lo siga creyendo, si por más que le responda no lo va a dejar de creer".

–¿Este disco es como devolver el golpe? ¿Termina la historia acá, o va a seguir, una va, una viene?
"Mira, la historia, la caótica historia de Los Prisioneros, que es la horrible historia de Los Prisioneros, aunque puede ser grande en algunos aspectos, siempre tiene capítulos nuevos. Debo estar más bien preparado para que venga cualquier cosa. Pero las últimas canciones que compuse son ‘Baile mental’, ‘Cuando todo está al revés’, ‘Simplón’… Para mí se acabó el tema".


Artistas de la radio y la TV


"El recuerdo, la nostalgia, y es un tema del cual yo quiero escapar. No me interesa buscar por ahí" (foto: Cristian Carvallo / El Mercurio).
"Radio desinterés" se llama otra de las canciones de El largo camino al éxito, una crítica con todas sus letras a las radios y su escaso interés en la música nueva y chilena.

"Tiene que ver con mi experiencia y con lo que yo veo. Si a mí me fuera bien en la radio y veo que a cien no les va bien porque no los toman en cuenta, igual hay que decir las cosas".

–¿Pero es más lo que observas o una experiencia propia? ¿Te sientes maltratado por la radio, o has tenido cierto acceso?
"Me tratan muy bien en la radio. En Iberoamerican (el consorcio dueño de emisoras como Rock & Pop, Concierto y, Corazón, entre ocho radios chilenas) me tratan muy bien. Tampoco es que mi tema esté prendido a cien por ciento, no sé cuánto lo tocan, pero sí me siento bien tratado. Pero en general no es mucho el aporte que hace la radio a la música. No son difusores, es un negocio que funciona con unas leyes que no entiendo mucho, porque finalmente escucho tan malas canciones que circulan. Creo que el desinterés que muestran en general por la creación de otros está en evidencia".

–¿Te gustaba Magmamix? En ese disco participaste de la producción y sonó mucho en la radio. ¿No es justamente el tipo de música que hace que las radios no se interesen en otras cosas?.
"Yo no conocía el ‘Portal del Web’ (el programa radial de Rock & Pop que dio origen a Magmamix). El disco se empezó a vender y creo que ésas son cancioncillas que hicimos de una patada. Es como un souvenir del programa de radio. Y que haya prendido el tema ‘Soy electrónico’ me parece que es una anécdota para unos tipos que no son músicos en el sentido estricto. En ese sentido no es el tipo de música que domina las radios. Es un producto de la radio y tenían que tocarlo. Sí creo que tocan muchas canciones malas y que tienen convenios con los sellos, que supongo que es la razón por la cual las tocan. Es evidente que hay un desinterés general de las radios por tocar música".

–Otra de las canciones nuevas, "Estrella idiota", habla de las figuras que aparecen en las revistas y en programas de chismes en la tele. ¿A la música le falta esa ambición por aparecer?
"Eso me llama la atención. Los músicos chilenos en realidad no se prestan para ir a mover la colita a la televisión. Se tienen más respeto. Todos sienten que la televisión es muy apestosa y manejada por cerebritos pencas. ¿Los programas de baile están pegando afuera? Traen programas de baile y los ponen a la misma hora. O sea, no tienen sesos para inventar nada. Esa gente, más que los políticos, es la que conduce los destinos de todos nosotros, y después dicen que dan lo que la gente quieren, y es porque a la gente le han dado sólo eso y así el pueblo está atontado y no va a pedir mejor educación. Yo me siento mucho más cerca de los escolares que hoy piden mejor educación: no estoy conforme con que digan por dónde no se puede transitar. Yo pregunto por qué".

–¿Pero faltan músicos con esa actitud? Como tú dices, ¿se tienen demasiado respeto y renuncian a salir en un medio?
"Renuncian, y yo pienso que los músicos necesitan un poco de faranduleo también, porque es la única forma de estar… de ser considerados. Los músicos ni siquiera son considerados parte de la farándula. No son parte de la televisión, no son parte de lo que interesa a ‘S.Q.P.’".

–¿Pero eso no es una maravilla? ¿Es bueno o malo?
"Yo creo que es malo. ¿Sabes por qué? Porque Los Bunkers son muchos más artistas que Amalia Granata, y Amalia Granata aparece como ‘artista’. Ítalo Passalacqua aparece como ‘artista’. El animador, el modelo del comercial, son los ‘artistas’. O sea: la gente ha perdido la noción de qué es ser artista".

–¿Pero tener que aparecer al lado de Raquel Argandoña o Patricia Maldonado no es un costo un poco alto para salir en la tele?
"Yo, por ejemplo, el otro día fui a ‘¿Quién merece ser millonario?’ No hubiera ido nunca porque jamás se me hubiera ocurrido ir a ese programa, pero sentí que era una buena idea. Este camino de atreverme que estoy tomando involucra hacer algunas cosas que antes no hubiera planificado. Yo creo que a la televisión igual se puede ir a decir cosas inteligentes. Estuve con Don Francisco y estuvo bien. Uno va abriendo ciertas puertas que antes no estaban abiertas".

–Y hay pocos músicos que estén haciendo eso ahora
"Sí, creo que tampoco hay mucho que ir a hacer a la tele. Por ejemplo vi al (ex cantante) de Gondwana, al Quique Neira (en uno de los programas de baile de esta temporada). Creo que lo que él hace está bien: participar, decir ‘estoy vivo’. No ir a pelearse con Patty Maldonado porque sería una vergüenza, pero sí hay cosas que uno puede hacer y sería bien bueno que cambiaran a esos cerebros que consideran que la música no vende, que la música baja el rating. La música es un gran negocio si lo sabes hacer".

–Pero Quique Neira no va a cantar: tiene que ir a bailar a un programa para que salga un músico.
"Me encantaría que hubiera un espacio de música en televisión abierta, y ha habido algunos intentos. Es la solución para decir que existe gente que hace música en Chile. Los cerebros de ‘Rojo’ son los mismos que hacían ‘Sábados Gigantes’ y tienen la idea de que un artista es un tipo que sólo canta afinado. Y un tipo que sólo canta afinado es alguien que no tiene idea de qué es un artista. Un artista es un tipo que propone, que tiene algo que decir, y si canta afinado, increíble, qué bueno, pero no por eso es un artista. Es un entretenedor, un cantante. La gente que hace estos programas está perdida y como son tan incultos no tienen idea, no saben nada de historia musical, no saben quién es quién en la música. Es más fácil para ellos montar a un artista cantando con un micrófono que montar a un grupo, por ejemplo. Yo he ido a ‘Rojo’ y me han tratado muy bien, pero creo que perfectamente puede convivir un cantante que imita a Luis Miguel con un grupo como Los Bunkers. Imagínate cómo serían de famoso los grupos chilenos si hubiera un programa que tocara esa música, de seis a siete de la tarde, todos los días, donde entrevistaran y mostraran a artistas así como lo hacen en Rojo: sería increíble.

–¿No bajaría el rating, como es la teoría de los genios de la TV?
"No bajaría el rating. Tienen rating porque los ponen todos los días. Ahora, sí creo que por otro lado los músicos también tienen una responsabilidad. Muchas veces los he visto en entrevistas y no tienen un discurso mejor que el de un futbolista. Y los músicos, que por lo menos pretenden, supongo, tener un sueño que contar, un acorde que ofrecer (sonríe), un sonido que mostrar, también deberían estar preparados".

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