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"Rojo intenso": El fatal encanto de María Elena Swett

En la película también hace su "debut" en el cine María Eugenia Larraín.

25 de Octubre de 2006 | 09:40 | Alejandro Herrero S., El Mercurio Online

SANTIAGO.- “Rojo intenso” se ha ganado una larga lista de páginas en los medios nacionales por la participación de Kenita Larraín, una cobertura que recibió un aporte extra gracias a la relación que inició la modelo con el protagonista, el argentino Fabián Mazzei.

Un protagonismo mezquino para una producción que tiene los méritos suficientes para destacar por sus atributos artísticos y no por su contenido farandulero.

La participación de la ex de Iván Zamorano y el Chino Ríos es mínima, está en pantalla aproximadamente dos minutos, el tiempo que se demora Ignacio (Mazzei) en seducirla a ella y una amiga para que se tomen una copa con él y luego los acompañen a la playa, donde desaparece rápidamente para buscar un lugar más privado junto a su conquista. Fin de su debut en el cine.

Todo el peso de la historia cae sobre los hombros de María Elena Swett, quien interpreta a Laura, una mujer que sufrirá el enfermizo acoso sexual de Ignacio, un violento psicópata.

La trama de “Rojo intenso” comienza en Valencia, durante un viaje de Laura y su marido, “Javier” (Javier Martín), que termina abruptamente cuando el perturbado personaje abusa de ella, pero luego de dos años comienza a perseguirla nuevamente, esta vez en Santiago.

Un thriller intenso

Las historias de hombres mujeres acosadas por violadores, asesinos o seres con peligrosas enfermedades mentales, no son ninguna novedad en el cine.

Tampoco es algo nuevo que esas tramas sean acompañadas por un fuerte componente sexual, como lo demuestra el clásico ejemplo de “Atracción fatal”, uno de los íconos en las carreras de Michael Douglas y Glenn Cose.

El atractivo que tiene estas historias, si están bien contadas, es que no permiten al espectador que “se despegue” de la pantalla, porque siempre están esperando la nueva jugada del acosador o su víctima.

Una tarea que el director Javier Elorrieta, quien también es autor del guión, cumple sin problemas, apoyándose en la música y en una edición ágil, que no dejó escenas muy largas y avanza en forma fluida.

Elorrieta ya tenía experiencia en este tipo de producciones, porque en 1989 dirigió a Sharon Stone, cuando no soñaba con la fama que alcanzó después, en “Sangre y arena”, un thriller parecido en que la protagonista de “Bajos instintos” se transformaba en la viuda negra de un ascendente torero.

María Elena Swett también es una grata sorpresa, porque la actriz nacional había tenido papeles menores que explotaron más su atractivo físico que sus cualidades como actriz, e incluso se vio involucrada en una mediática polémica por la filtración de un video con sus escenas eróticas en “El Nominado”.

En su rol de Laura, Swett demuestra que los papeles oscuros y sufridos son uno de sus fuertes, como ya lo demostró en la serie “Más que amigos” o en “Brujas”.

Clichés y doblajes

“Rojo intenso” tampoco elude algunas escenas que ya son habituales en este tipo de historias, como un primer plano del cuchillo ensangrentado del psicópata o la típica llamada del asesino que está supuestamente preso.

Tampoco pasa desapercibido lo extraño que resulta ver una película ambientada en Santiago y escuchar mayoritariamente acentos extranjeros, el único eslabón de chilenismo lo aporta Swett y, por cinco minutos, Juan Pablo Saez.

La gran deuda del largometraje es el playback de Mazzei, demasiado notorio y poco pulcro en su edición.

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