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UNESCO reconoce avance en restauración de Sewell

La entidad recomendó también rescatar los testimonios de las personas que habitaron el campamento minero declarado Patrimonio de la Humanidad.

28 de Octubre de 2006 | 20:24 | REUTERS
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Hoy se realizó la celebración oficial de la designación de Sewell como Patrimonio de la Humanidad.

Pablo Mardones, El Mercurio

RANCAGUA.- La UNESCO reconoció hoy avances en la restauración de la ciudad minera de Sewell, declarada Patrimonio de la Humanidad, y recomendó rescatar los testimonios de los que habitaron el campamento enclavado en la cordillera de Los Andes.


Sewell ubicado a 150 kilómetros al sur de Santiago y a más de 2.000 metros de altura, pertenece a El Teniente, la mayor mina subterránea de cobre del mundo y aún conserva algunos de los antiguos y pintorescos edificios en los que miles de mineros y sus familias vivieron por décadas.


"Yo siento que ha habido un avance importante en la reconstrucción de los edificios", dijo la representante de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Rosa Blanco.


"Pero creo que también se debe mostrar la forma de vida, el testimonio de vida de la gente que vivió aquí, porque eso es lo más rico", agregó la funcionaria tras un acto oficial que se realizó en Sewell para celebrar su declaración como Patrimonio de la Humanidad.


La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) añadió en julio a su lista de patrimonio a Sewell, campamento en el que ya no vive nadie, pero en el que aún hay destellos de su pasado de gloria.


Sewell fue fundado en 1906, muy cerca de las ricas montañas de las que cientos de mineros extraen cobre, metal del que Chile es el mayor productor mundial.


En la década de 1950, el campamento ya albergaba a más de 15.000 personas que, desafiando al clima hostil de Los Andes, supieron desarrollar una pequeña y moderna sociedad que nada tenía que envidiar a las grandes ciudades.


"Yo nací en Sewell. Mi padre y mi abuelo trabajaron aquí y yo también. Teníamos el mejor hospital del continente, veíamos películas de estreno antes que llegaran a Santiago. Vivíamos bien. Éramos como una gran familia", dijo un emocionado Eduardo Ibazeta, de 79 años.


Los altos niveles de contaminación en Sewell por la actividad minera hizo que a partir de 1968 sus habitantes fueran trasladados a la ciudad de Rancagua y para 1990 ya nadie vivía en el campamento.


Antes de que se convierta en una ciudad fantasma, el gobierno chileno se propuso recuperarla y el año 2000 el campamento se abrió al turismo.


Sewell, conocida también como la "Ciudad de las Escaleras", por la forma de sus empinadas calles, recibe 12.000 visitantes al año.

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