Con
Cadencia urmana se reactiva la vida de una de las bandas capitales del rock exprimental sobreviviente de los ’90. Si Akinetón Retard alguna vez se adhirió a la automedicación farmacológica, hoy prefiere la homeopatía. Y también baja las revoluciones de su música. El lanzamiento del quinto álbum tiene fecha para el 7 de diciembre, con bombos, platillos, scratches y video arte.
Iñigo Díaz El quinto disco del grupo rockero experimental tiene ahora composiciones de su clarinetista y de su baterista (Foto: Gabriela Lazcano). |
Fue en 1994 cuando el aún llamado Vicente García-Huidobro y otros estudiantes de música y licenciatura descubrieron la desastrosa realidad del tercer subterráneo de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Un recinto olvidado hasta por los décanos pre golpe de Estado. Un tardaron mucho tiempo en convertir ese peladero bajo el piso en el espacio que hoy sigue albergando bandas.
“Pero en esos años era un antro, húmedo, con un olor horrible. Y después uno salía a la calle y se encontraba con el centro. Los oficinistas, las micros, los tipos que le gritaban a los presos en los tribunales. Ésas eran las condiciones en que teníamos que estudiar. Nada favorables, menos para estudiar música. Era una condición infrahumana, una condición
urmana”, dice el guitarrista, ahora llamado Tanderal Anfurness.
Su compañero Leonardo Arias, saxofonista y clarinetista de Akinetón Retard y llamado ahora Estratos Akrias, fue el responsable de desarrollar el concepto
urmano. “‘Candencia urmana’ fue una composición incluida en el disco
Akinetón ao vivo (2005) y quedó muy bien. Pero sólo teníamos un sesión en vivo. Había que grabarla en estudio”, dice Estratos Akrias, su creador.
De hecho en todo
Cadencia urmana las nuevas composiciones tienen la firma de Akrias, en circunstancias que fue Anfurness quien escribió la obra clásica de Akinetón Retard para los discos
Akinetón Retard (1999),
Akranania (2002) y
21 canapés (2003). “Es una opción abierta. Ahora hay más formas de componer música para el grupo, aunque siempre todos le metemos mano y la música termina siendo de Akinetón. Las obras de Leo (Akrias) son hechas en bloque y más trabajadas para cada instrumento. Yo soy más improvisacional porque también me gusta el jazz”, dice el baterista Cristián Bidart, con alias Bolshek Tradib y responsable además del grupo jazzero La Pichanga.
Tradib también figura en
Cadencia urmana como compositor. Sus piezas “Ron pimiento”, “Caldopatías”, Flagelo” y “Piel estática” son parte de una obra mayor llamada
Sentido común. Ahí el baterista compuso paralelamente a la artista visual Elya Lask (cuya verdadera identidad es Gabriela Lazcano) en un proyecto de música experiemental y video arte. Mientras se ajusta la salida de un DVD con estas experiencias para marzo de 2007, Akinetón Retard incluye esas obras de cámara para quinteto de rock e imagen en
Cadencia urmana.
Trompeta, trombón y tornamesa
“Si Akrias es estructurado en sus composiciones y Tradib más improvisador, a mí siempre me gustó ensuciar la cosa, desacralizar la música. Y en eso el que me bancó la opción fue Edén Ocsarrak (el saxofonista alto Edén Carrasco). Cuando llegó al grupo me motivó a ver otras conexiones con la música. Ya en
21 canapés, el primer disco con Ocsarrak comenzamos a integrar loops y otras cosas de la electrónica”, explica Anfurness.
Se nota la extensión de los límites sónico más que nunca en este nuevo disco. El carácter de Akinetón Retard fue siempre el de un grupo establecido como sección rítmica de rock y dupla de saxofones, pero aquí aparecen novedades. La composición “Cadencia urmana” integra bronces a un costado de las cañas, con el trompetista Benjamín Vergara (de LaKut y la Big Band UC) y el trombonista Fuentes del Céar (de Difuntos Correa).
Aunque el carácter más novedoso de la grabación está en la inclusión de un tornamesista, el DJ Vaskular (Pablo Vásquez), integrante del grupo hip-hop Colectivo Etéreo. “Con él hicimos un trabajo rítmico muy potente a través de
scratches. Y también nos trajo discos muy notables de donde sacamos cosas divertidas. Como del cuento infantil de ‘La dama y el vagabundo’ donde aparece una frase como ‘… y tener que lidiar con esta perra’, dicho en un castellano castizo horrible”, cuenta el guitarrista y líder Tanderal Anfurness.
Son las horas previas a la nueva aparición de un Akinetón Retard menos farmacológico y más homeopático y el lanzamiento de
Cadencia urmana. La placa será distribuida en Europa por Lizard Records, en Japón por el sello Marquee y en Brasil por Editio Princeps. Es la música que durante octubre de 2007 llevará al grupo hasta Japón, con fechas confirmadas para actuar en Tokio, Nagoya y Osaka. Estilo de vida de ricos y famosos, ex subterráneos.
Lanzamiento Candencia urmana
Jueves 7 de diciembre, 21:30 horas
Centro Arte Alameda (Alameda 139)
$ 3.000 y $ 7.000 (combo “ticket y disco”)
www.akineton.cl