A diez años de su muerte, José Donoso sigue ganando vigencia

SANTIAGO.- No es lamentable. Simplemente es. La muerte y el tiempo transcurrido tras ella suelen ser los puntos de partida para que se defina el lugar que los personajes ocuparán en la historia.

Los diez años que hoy se cumplen de la partida de José Donoso, el 7 de diciembre de 1996, ya nos pueden hablar del lugar que el escritor ocupa hoy, como una de las figuras más importantes de la literatura chilena, y tal vez como su principal novelista.

En su propia vida ya daba cuenta de ello. Hijo del médico José Donoso y Alicia Yáñez, realizó sus primeros estudios en The Grange School, al cabo de los cuales inició un viaje por distintos lugares de Chile y Argentina (1945-1946), en los que trabajó en puertos y haciendas, para luego iniciar sus estudios de inglés en el Pedagógico de la Universidad de Chile. En 1949 viaja a Estados Unidos para estudiar Literatura Inglesa en la Universidad de Princeton, donde daría sus primeros pasos como escritor, escribiendo algunos relatos en inglés.

Sin embargo, su consolidación comenzaría con la aparición de su primer volumen de cuentos, "Veraneo y otros cuentos" (1954), y de su primera novela, "Coronación" (1957). A estas publicaciones seguirían obras como "Este domingo", "Tres novelitas burguesas", "Casa de campo", "El jardín de al lado", "Donde van a morir los elefantes" o "El lugar sin límites". En todas ellas, sobresalen elementos autobiográficos que el autor nunca ocultó.

Tal vez por ellos se entregaba tanto a la escritura de cada una, como explica su amigo José Miguel Varas: "En cada obra se comprometía con todo su cuerpo y con toda su alma, tanto que al final de sus obras se enfermaba, le bajaban las defensas".

Todavía hay más

Entre otros, en 1990 el Premio Nacional de Literatura vino a reconocer esa vasta obra literaria, dentro de la que muchos coinciden en señalar a "El obsceno pájaro de la noche" como el punto más alto. La escritora Pía Barros lo califica hoy como un "portento literario", mientras Varas se refiere a la novela como "su obra más notable".

Tanto en ella como en el resto de sus publicaciones sobresale lo que se ha llamado el sello donosiano. "Él generó una visión muy distinta a la cosa más naturalista y tradicional que imperaba en la literatura chilena. Lo otro es que instaló la complejidad en los personajes, que ya no eran tan blanco-negro, el bueno y el malo", explica la escritora Pía Barros, quien declara su gusto por la obra del escritor, pese a que "nunca fue parte de mis opciones literarias. Me hubiera encantado haber estado menos contaminada en la relación con él, y haber disfrutado más de lo que escribía", dice hoy.

Para Varas, en tanto, "la obra de Donoso es sumamente sólida, dice grandes verdades sobre lo que somos los chilenos. Sobre todo profundiza en los sentimientos, la evolución de las clases dominantes, de la seudo aristocracia chilena, en el actuar de esa minoría persistente".

Y, a diez años de su muerte, ese legado podría alargarse. La hija del escritor, Pilar Donoso, ya anunció que pronto verá la luz una nueva novela suya, titulada "La cola de la lagartija", perdida entre los diarios y manuscritos de Donoso que estaban guardados en la Universidad de Princeton. A ella se sumaría la edición de una biografía, en la que también trabaja su hija a partir de la revisión de los diarios que durante 30 años Donoso escribió.