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Santiago: Viernes 10 de mayo del 2024 | Actualizado 22:39
Vea imágenes de las iglesias
SANTIAGO.- En junio de 2005, la región de Tarapacá fue sacudida por un fuerte terremoto que causó serios daños en varias comunidades de la zona, por las construcciones de adobe que las caracterizan, y en varias edificaciones que forman parte del patrimonio cultural del sector, como sus antiguas iglesias.
Dos de los templos que resultaron afectados por el sismo, Santa Bárbara de Iquiuca y Santa Lucía de Parca, terminaron su proceso de restauración y reconstrucción la semana pasada, un trabajo que quedó plasmado en un documental de María Elena Wood que será estrenado esta tarde en Santiago, en el salón bicentenario de la Municipalidad de Vitacura a las 20:00 horas.
La producción de la realizadora fue titulada “Jallalla, En buena hora”, una palabra sacada del idioma aimara, y registró todo el proceso.
El proyecto de la documentalista ya fue mostrado en Iquique, el martes, y tiene programado su llegada a la televisión el 23 de diciembre, como parte del programa “Flor del país”, uno de los espacios del proyecto Bicentenario de Canal 13.
Desde los cimientos
Los trabajos para recuperar estas iglesias fueron posibles gracias al aporte realizado por la empresa Minera Cerro Colorado (BHP Billiton), que financió un proyecto de la Fundación Ayuda a la Iglesia que sufre.
La organización reunió a un grupo de expertos, que comenzó el proceso de restauración a principios de enero de 2006 guiados por los arquitectos Hernán Rodríguez y Pablo González.
En el caso de Parca, las labores implicaron desarmar lo que había quedado en pie y comenzar de cero, reutilizando en la nueva estructura todas las piezas que se pudieron salvar. El antiguo altar fue una de las partes que se conservó intacta.
La labor de reconstrucción permitió recuperar una antigua capilla que estaba ubicada dentro de la iglesia y había quedado “cubierta” por antiguas restauraciones.
En Iquiuca la situación fue más compleja porque sólo quedó en pie un retablo de madera y todo debió ser edificado de nuevo.
Así volvió a ser levantada la vieja torre, la paja reapareció tal como estuvo en la cubierta original y se respetó la mampostería original.
