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La "Fiera" fue domada: Pamela Díaz contrajo matrimonio con Manuel Neira

En medio de la histeria de los fans y rodeados de famosos, la pareja se casó anoche en la iglesia Santa Gemita de Ñuñoa. Futbolistas y modelos encabezaron lista de invitados.

15 de Diciembre de 2006 | 23:10 | Leonardo Núñez, El Mercurio Online.
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Manuel Neira, Pamela Díaz y Trinidad.

Héctor Yáñez-El Mercurio

SANTIAGO.- "¡Pamela, Pamela por qué me hiciste esto!", grita un calvo arriba de un auto que se cae a pedazos. Son las diez y media de la noche y el fervor por Pamela Díaz afuera de la Iglesia Santa Gemita alcanza niveles de experiencia religiosa.

Mientras el pelado exige que le abran las puertas del templo para rescatar a la "Fiera", de quien dice estar perdidamente enamorado, una señora asegura que la "Pamela se ve preciosa, parece una virgen", al verla entrar al templo con su vestido blanco de larga cola, diseñado por Miguel Ángel Guzmán, y con una corona de joyas avaluada en 50 millones de pesos. "¡Saaaaa, virgen va a parecer!", le responden burlonas las amigas que la acompañan.

Top, top, top

El matrimonio de Pamela Díaz y Manuel Neira cumple las expectativas: toda la prensa de la farándula está presente para cubrir el evento, que Primer Plano transmite en directo y sin perder detalle. Tan así, que incluso una notera del programa se toma dos minutos en entrevistar a un vendedor de cuchiflíes y estrellitas luminosas  que también le saca su "tajada" al evento, aprovechándose de los 150 curiosos que llegan a ver a la novia. "La Pamela es lo más grande, porque siempre va de frente", dice el vendedor.

El entusiasmo de los fisgones hace casi imposible el trabajo de los reporteros. Todos quieren un "pedazo" de los famosos: no se conforman sólo con ver a Iván Zamorano o Marcela Vacarezza, Rodrigo Barrera o Macarena Ramis, Daniela Aránguiz o Jorge Valdivia, además quieren tocarlos y les jalan sus trajes recién comprados para llevarse algún recuerdo. Ello obliga a más de un periodista a recurrir a los manotazos para sacar cuñas. En venganza, reciben cachamales de vuelta.

"Pobre manolito"

En tanto, las mujeres y uno que otro hombre, al ver a Luis "Mago" Jiménez o al mismo Zamorano, gritan al borde del ataque de histeria. "¡Es Zamorano, es Zamoraaaano!", chillan, agarrándose el pelo y saltando de un lado para otro.

Mayor es el alboroto con la llegada de Pamela Díaz: la deslenguada opinóloga arriba alrededor de la 22 horas en una "burrita" marca Dodge, un vehículo clásico de los años 30 y que popularizaron tipos no menos famosos y mafiosos como Al Capone.
"Pamela, Pamela", "Felicitaciones", "Te ves rica", "Pobre manolito", "Abusadora", gritan los fans, abalanzándose sobre el auto de la modelo e impidiendo su paso, lo que obliga a Tomás Cox, el productor de bodas a intervenir para no retrasar el mediático evento.

La ceremonia

Pamela Díaz ingresa a la iglesia acompañada de su padrastro, que la entrega a un nervioso Manuel Neira, después de pasar por un arco de Flores. El altar es adornado por 80 rosas, mientras que 80 velas de marfil completan el toque romántico. Al futbolista dejan de tiritarle las piernas. Antes del empezar el oficio, pedía en cámara: "Ojalá la Pamela no me haga esperar mucho". ¿Habrá temido un "Kenazo"?.

Afuera, en tanto, el ambiente sigue tenso con los que llegan a última hora. A Nelson Mauri, que aparece con su polola, se le cuelga del cuello una señora sin dientes que insiste en besarlo. A este le sigue René Naranjo, que llegó tarde por el cierre de la revista "SQP". Al ver el tumulto, intenta una huida que es abortada por los reporteros.

El enlace es oficiado por el padre Pedro Quiroz, muy cercano a la familia del futbolista de Unión Española. Esto se nota en el trato a los novios. Amablemente les pregunta dos veces si "están aquí para contraer matrimonio libremente", por que el "sí", apenas se escucha la primera vez. La pequeña hija de ambos, Trinidad, es la encargada de entregarles las argollas, momento que posteriormente será descrito como el más emotivo por la pareja.

Otro punto culminante se registra con el canto del "Ave María", interpretado por Marcelo, el otrora conductor de "Cachureos", que no desafina.

Pamela Jiles, "azufrada"

El oficio termina cerca de las 23:00 horas. Después de dar el sí, los ahora esposos se trasladan al hotel Marriott para su fiesta, pero antes se dan un beso en el frontis de la iglesia a pedido del público y de los conductores de Primer Plano. Mientras, una nube de papel picado cae sobre la pareja y decenas de palomas que estaban dispuestas bajo una tarima emprenden el vuelo. Harto glamour, "para que después no se vayan pelando", como decía Díaz en su "docu-reality", "Agenda de una novia".

En el Marriot por fin aparece Pamela Jiles, la socia de la "Fiera". Dice que no fue a la Iglesia, para evitar conflictos, porque "soy muy azufrada". Como los reporteros ponen cara de pregunta, los manda a leer el diccionario para que aprendan que quiere decir aquella palabra. Pero como esta noche ella no es el florero de la mesa, nadie la toma en cuenta.

"Estoy muy feliz y muy emocionada porque hasta el momento se ha dado todo como quería", dice la Fiera a Emol antes de entrar al lujoso hotel capitalino.

Por su parte, Manuel Neira también dijo que "estoy muy emocionado y ya se me pasaron los nervios. Ahora quiero disfrutar con mi esposa en la fiesta".

Uno de los pocos que no pudo hacerlo, fue el conductor del Dogde de los años ’30, Franciso Lara. Tenía que regresar el auto, pero igual se declaraba feliz. "Hace dos semanas que supe que yo tenía que llevar a Pamela a la iglesia. Fue un orgullo para mí, es el pasajero más famoso que he tenido. Fue una experiencia linda. Y ella se portó super bien. No puso problemas en tomarse fotos conmigo y mi familia".

La celebración duró hasta las siete de la mañana y con bar abierto. Algo que no le preocupaba al eficiente Tomás Cox. "Tenemos ambulancias para los que no se puedan retirar solos", decía.

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