El grito de socorro de Britney Spears

Galería fotográfica de Britney Spears

NUEVA YORK.- Britney Spears eligió muy adecuadamente el Miércoles de Ceniza para acabar con la fiesta. Tras meses de excesos en celebraciones nocturnas, el fin de semana se rapó la cabeza ante los ojos del mundo y el martes ingresó en una clínica de rehabilitación.

Allí, la familia de la cantante de 25 años espera que ésta reciba la ayuda profesional que necesita para encauzar de nuevo su vida. Porque desde su separación de Kevin Federline sólo hubo titulares escandalosos: fiestas interminables con Paris Hilton, un desmayo por exceso de champaña en Las Vegas, minifaldas minúsculas sin ropa interior. Britney Spears, madre de dos hijos, está viviendo ahora la rebelión de la adolescencia.

Pero todo indica que quiere liberarse de todo esto con medidas radicales. Entró en una peluquería de Los Angeles y tomó ella misma la máquina rasuradora cuando la dueña Esther Tognozzi se negó a cortarle el pelo.

Junto con sus rizos últimamente teñidos de castaño, Spears dejó atrás su imagen de lolita buena. "No quiero que nadie me toque. Me duele que todos me toquen", dijo como explicación a su nuevo peinado, según publica "US Weekly". Eso suena a alguien que quiere escapar del revuelo en torno a su propia persona.

Distintas interpretaciones

Pero aunque es cierto que la malicia mediática era muy grande en las últimas semanas (El "New York Times" escribió: "La transformación de superestrella del pop en un alien rapado") incluso el observador más cínico se da cuenta de que su comportamiento es un pedido de ayuda.

Desde entonces se multiplican las declaraciones de auténticos y autodenominados psicólogos. Podría tratarse de una depresión postparto no diagnosticada tras el nacimiento muy seguido de sus dos hijos Jayden James y Sean Preston, dicen unos.

Spears parece no haber superado la separación con Federline, afirma otra de las teorías, pese a su breve romance con Isaac Cohen, de 25 años, que se terminó a principios de febrero.

El peinado tipo "Alien" puede ser interpretado sin embargo también de forma positiva. "Sus cabellos representaban a los estilistas, a sus representantes y a todos los que ejercen control sobre ella desde hace años. Ahora ella dice: Tomo las cosas en mis manos. Rapar su cabeza es un nuevo comienzo", afirmó la psicoanalista Bethany Marshall a la emisora ABC.

Una carrera estancada

Desde que tenía 11 años, Spears es una figura pública. Tras su paso por el show televisivo El Club de Mickey Mouse, en 1999 le llegó el éxito con su primer álbum, "Baby One More Time", con tan sólo 18 años.

Justin Timberlake y Christina Aguilera, sus colegas de entonces, parecen haber conseguido dar el paso de niños famosos a una gran carrera, mientras que Spears hace años que no saca un nuevo disco.

Ahora recibe ayuda en la clínica privada "Promises" (Promesas) en Malibú, por donde ya han pasado estrellas como Winona Ryder, Diana Ross, Ben Affleck, Robert Downey Jr. y Charlie Sheen. Habrá que esperar a ver si la diva del pop aguanta y si está allí realmente "por voluntad propia", como afirma su manager Larry Rudolph.

El primer intento de rehabilitación de Spears a fines de la semana pasada en la clínica de Eric Clapton, Crossroads Centre, en Antigua, fracasó. La cantante tan sólo aguantó 24 horas. Pero esta vez la madre de la artista, Lynn Spears, acudió en su ayuda.

Parece que se tomó en serio el consejo que le dio por televisión la dueña de la peluquería, Esther Tognozzi: "Por favor, saque a su hija de este circo mediático. Cuídela en casa junto con los bebés".