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Liza Minnelli trae su propio casino a Santiago

La actriz, cantante y bailarina que popularizó los éxitos "Cabaret", "New York, New York" y "All that jazz" y acaba de cumplir 61 años el 12 de marzo, trae un espectáculo ambientado en Las Vegas para el concierto que dará este domingo 10 de junio en la Arena Santiago.

07 de Junio de 2007 | 22:37 | David Ponce, El Mercurio Online
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Bienvenidos al casino: Liza Minnelli actúa en la Arena Santiago de la capital este domingo 10 de junio a las 21 horas.

AP.

SANTIAGO.- Antes fue un estadio y ahora es una arena, pero este domingo la flamante Arena Santiago va a ser, por una noche, un casino. Esa noche llega a la capital el espectáculo "Liza Minnelli in concert", en el que una de las más célebres divas de la música popular del mundo presentará en nuestro país éxitos universales como "Cabaret" y "New York, New York", ambientados en un escenario de Las Vegas.

Se trata de la segunda visita de Liza Minnelli a Chile, luego de la actuación que la artista diera el 1 de octubre de 1995 en el hotel Sheraton de Santiago. Con boletos que alcanzan precios de 105 mil y 205 mil pesos en las localidades más caras, el concierto de la cantante estadounidense será el primero de un recorrido por Sudamérica que luego la llevará por el teatro Gran Rex de Buenos Aires (15 de junio), el Conrad Resort de Montevideo (el 18) y por dos fechas en Sao Paulo y Rio de Janeiro, Brasil.

En "Liza Minnelli in concert", la cantante, de 61 años cumplidos el 12 de marzo último, trae un repertorio en el que se escuchan sus versiones para éxitos pop de la talla de "Son of a preacher man" y "Bye, bye blackbird", además de las canciones "Yes", "God bless the child", "It was a good time", "I gotcha", "Ring them bells", "You’ve let yourself go", "My mammy" y al menos dos de sus imperdibles y cinematográficos caballos de batalla: "New York, New York" (1977) y "Cabaret" (1972).

En vivo Liza Minnelli suele presentarse con una orquesta de doce músicos, con los cuales se pasea desde el jazz hasta la comedia musical y el pop. Sus conciertos bordean las dos horas de extensión, con canciones de más de cuarenta años de data y frecuentes anécdotas. Historias no le han de faltar: aunque su mayor impacto mundial está fechado recién de 1972 con la película musical Cabaret, Liza Minnelli, la hija del cineasta Vincente Minnelli y de la actriz y cantante Judy Garland (la de El mago de Oz), trae la vieja escuela del entretenimiento en los genes.


Minnelli, todos los estrenos

El cine, el teatro, el disco, la televisión y el escenario en vivo: ninguno de los campos del espectáculo ha sido ajeno a esta actriz, cantante y bailarina nacida el 12 de marzo de 1946, en Hollywood, nada menos.

Primero fue actriz de cine. Precoz, encarna a una niña en la película In the good old summertime (1949), dirigida por su padre y protagonizada por su madre, antes de los tres años. Luego, actriz de teatro: en 1962, tras abandonar unos incipientes estudios universitarios, empieza a estudiar actuación en Nueva York y debuta a los diecisiete años en el musical Best foot forward (1963). Y casi en paralelo sigue su debut en TV: en 1963 canta en el programa de su propia madre, "The Judy Garland Show".

Luego, estrella del disco: más allá de la banda sonora de ese musical de 1963, la carrera discográfica individual de Liza Minnelli empieza con Liza! Liza! (1964) y continúa con los álbumes It amazes me (1965) y There is a time (1966). En medio aparece su primer disco en vivo, el primero de muchos, a partir de una actuación cumplida en 1964, una vez más con su madre, en el Palladium de Londres. El concierto queda registrado en el LP Live at the London Palladium (1965).


Un impulso especial en el campo de la comedia musical llega con la obra Flora, the red menace (1965), a los diecinueve años, con una banda sonora compuesta por los autores y compositores John Kander y Fred Ebb, dos hombres que se volverían esenciales en su repertorio. Pero antes, el mismo 1965 marca un nuevo debut, esta vez como cantante en vivo, en el hotel Shoreham de Washington, al inicio de una carrera que hasta la fecha la ha paseado por clubes, teatros, hoteles y casinos del mundo.


Que la vida es un cabaret

Pese a todos estos pergaminos, hasta este punto corre apenas la prehistoria de Minnelli: la historia mayor empieza a ser escrita en 1972. Es el año en que la artista protagoniza el filme musical Cabaret, con la constelación adecuada: la actuación de Liza Minnelli, la dirección de Bob Fosse y la banda sonora de los aludidos Kander y Ebb.

Un disco de éxito mundial y un Oscar en el rubro de mejor actriz son algunas de las secuelas de Cabaret, un suceso tras el cual nada sería igual. Su siguiente disco tras el impacto es Liza Minnelli, the singer (1973), empinado a las listas de éxitos, y la cantante encontraría en los musicales su nicho más exitoso.

Tras dos películas siguientes, Lucky lady (1975) y A matter of time (1976), dirigida por su padre, el próximo hito es su rol en el musical Chicago (1975), otra vez con la constelación: Minnelli en escena, Bob Fosse en la dirección, Kander y Ebb en la música, con un nuevo éxito universal incluido, "All that jazz". Apenas dos años después vino el tercero: Liza Minnelli y Robert DeNiro protagonizaron la película musical New York, New York (1977), con Kander & Ebb en la música y esta vez Martin Scorsese en la dirección.

Desde entonces han seguido momentos de popularidad como su actuación en la película Arturo, el millonario seductor (1981), y también en su secuela Arthur 2: On the Rocks (1988). En el mismo 1988 cantó junto a Frank Sinatra y Dean Martin en lugar de Sammy Davis Jr., tal como en 1997 tomó el rol de Julie Andrews en otro célebre musical, Victor/Victoria. Y Liza Minnelli también se adelantó al reconocimieno posmoderno, cuando grabó junto a los Pet Shop Boys una versión tecnopop de "Losing my mind" para su disco Results (1989).

"La vida es un cabaret", es el lema de su más célebre película, y en los últimos cincuenta años la vida ha sido un cabaret, un club y un casino itinerantes para Liza Minnelli. En 2002 volvió a actuar en vivo, esta vez bajo la dirección musical de su flamante marido, David Gest. De él se separó al año siguiente. De la música, ni hablar. Lo dijo al público ella misma, en un instante de entusiasmo en medio de un reciente concierto en las cataratas del Niágara, en abril pasado. "Los únicos con los que estaré siempre casada son ustedes".

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