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El lujo de la calle

15 de Agosto de 2007 | 00:00 |
Los que lo conocen saben que es el rapero chileno que desde 1998 viene rimando con el nombre de J Dro. Los que no, encontrarán en su flamante debut, entrelohabitualylodesconocido, uno de los discos más elaborados del año en Chile. Hordatoj escribe rimas callejeras, pero suena lujoso.

David Ponce


Hordatoj lanza su primer disco este jueves 16 en el Galpón Víctor Jara (fotos: Potoco Discos).
Entre lo habitual y lo desconocido, lo habitual ha sido el hip-hop callejero para Eduardo Herrera, y es ahí donde se encuentra ahora, de alguna forma: ya está en la calle entrelohabitualylodesconocido, su primer disco. Ahí ha estado en los últimos ocho años además, claro que conocido en los círculos del rap por su nombre inicial, J Dro, antes de que hacia 2005 lo cambiara por el actual, Hordatoj.

Su disco va a ser uno de los lanzamientos importantes del año rapero local. Fue grabado junto al prolífico productor de hip-hop Foex (Nicolás Carrasco), hombre con experiencia en los grupos FDA y Makiza y actual socio de la cantante Anita Tijoux. Y tiena una gama de invitados (ver recuadro) en la que, además de la propia Anita Tijoux, hay cantantes como Panthy y Senciyo, raperos como Geoenezetao, CHR y Urbe y productores como Manuvers, chileno radicado en Miami.

No es su primer intento por grabar. Ya de sus inicios hacia 1998 datan unos primeros registros: "Siempre fue algo bien amateur lo que se hacía en esos días: computador, micrófonos y eso", recuerda. Y en 2005 Hordatoj grabó una canción a dúo con el músico argentino Dante Spinetta para el inédito álbum que entonces preparó el productor DJ Who. Los inicios de su propio disco se remontan a la misma época. "Pero una cosa que influye harto, factor bien brígido, es que yo soy muy inconformista", dice. "No me gusta nada. El disco lo estaba haciendo hace harto tiempo, pero al final lo hicimos de nuevo".


Del bombo y la caja al ritmo con blues

Fue con Foex que se juntó a hacerlo de nuevo, en mayo de 2006. "El Nico aquí me lo ordenó", dice. "Me dijo ‘Éste sí, éste no, este tema está muy cuático, éste bacán, éste muy desordenado’. Es el primer disco que hago y creo que todavía hay de las primeras ideas de cuando recién estaba rapeando. Está plasmado todo desde el principio".

–¿Es mucho el cambio entre esas primeras canciones y este disco más elaborado?
"Sí. Es que yo antes más que nada era rap callejero, súper duro, bombos y cajas bien marcados. Antes escuchaba puro hip-hop, me empezó a gustar el rhythm and blues (música melódica heredera del soul) entremedio, cantantes, cosas más suaves".

Panthy, uno de los invitados del disco, es además el responsable en parte de ese cambio en el sonido, como cantante de la escuela R&B. "El Panthy tuvo una influencia grande en el disco. El hombre aparte de ser guitarrista e instrumentista es cantante. Por ahí esa música más suave dio pie a hacer canciones de amor".

–¿Los demás invitados también tienen que ver con esa variedad?
"Sí, mucho. Yo lo que hago en todo el disco es rapear y producir, pero las otras personas son las que les ponen el toque más soul…".

–¿Por eso mismo los conciertos no tendrán mucho que ver con cómo suena el disco?
"Es que para no aburrir tanto, quizás, trato de ir con distintos invitados las tocatas, cosa de poder hacer siempre algo distinto. El público ya está evolucionando en sus gustos".

–Una de esas fechas, al azar, fue hace poco en una discoteca, Puerto Bellavista. ¿Cómo estuvo?
"Estuvo flaite, llena de raperos flaites pero buenísima", sonríe. "Es que yo igual tengo cierta afinidad con los locos a los que le gusta el rap callejero, o quizás donde cachan lo que hacía antes; pero por lo menos en ese día nos fue súper bien. Todos los locos saltando. Independiente del tipo de música, las letras y los mensajes son los mismos. Hay canciones que tienen harto que ver con la calle. Es mantener la atmósfera a la que he estado ligado desde siempre".

–¿Ese rap de bombo y caja que decías igual es una escuela?
"En el disco igual existe, pero hay una variedad mucho más grande dónde elegir, no solamente se va por ese canal. De hecho hay raperos que me escuchaban antes que me han recriminado caleta. Yo por lo menos siento que nunca dejé de hacer lo de antes, simplemente ahora abrí un poco más el horizonte que tenía para hacer canciones que antes no sabía escribir".

–¿En todo este tiempo habrías podido sacar al menos dos discos?
"Hubiera podido, pero para mí mejor que haya sido así. Este disco es lo primero que hago que realmente me gusta entero, que de principio a fin le pongo play y lo puedo escuchar".


La importancia de haber sido J Dro


En La Serena, durante los veranos de fines de los ‘90, Hordatoj empezó en el hip-hop. Tenía diecisiete años al iniciarse en Primer Mandamiento, un grupo integrado por él junto a Urbe y Niño D, abreviatura de Niño Dotado en alusión a sus talentos en la rima. El grupo sigue activo, pero con menos intensidad.

"Yo tenía caleta de ideas que no podía dejar guardadas. Entonces ahí la vi por mí", explica. Empezó a rapear como J Dro en encuentros de hip-hop de las comunas capitalinas de Lo Prado, Pudahuel o San Bernardo hacia 1999 y 2000, junto a nombres como Fuerza Hip-Hop, Rezonancia, Antifaz, Realeza, Enigma Okulto, Léxico, Cinco Sur, los vigentes Legua York y Claudio Flores, actual Solo Di Medina.

"Fue un proceso súper largo de tocatas de barrio, que la mayoría sonaban súper mal. Yo llegaba a esas tocatas de piloto, a ver si me dejaban tocar. ‘Hola, sabís que vengo con mis bases, qué onda’. Y no me dejaban, o me dejaban para el final", sonríe. En los últimos años Hordatoj fue ganando espacio hasta tocar como anfitrión de los raperos español Tres Coronas en Chile, entre otros.

–¿Ha evolucionado el público también, ha crecido?
"Yo creo que al comienzo los locos encontraban lo que no había, lo que estaban esperando. Yo me acuerdo que iba a tocar a Lo Prado y cuando me dejaban para el final yo salía y dejaba la cagá. Después de todos los que habían estado antes, que estaban en el flyer y eran los que estaban renombrados, un loco que lo habían tirado todo el rato pa’ la cola dejaba la cagá".

–"Un tal Eduardo Herrera convertido en Hordatoj", dice una rima del disco. Antes eras J Dro. ¿Es más que un cambio de nombre?
"No, fue algo netamente estético", se ríe. "Más que nada fue porque Hordatoj suena mejor. Fue cuando empecé a darle más seriedad, y quería dar vuelta el nombre".

–¿La idea es abrirse a otra gente que ni sabe que te llamabas J Dro, que ni siquiera es tan rapera?
"El enfoque del disco, para lo que yo hacía antes, es distinto, de todas maneras. Por ende quizás el público también vaya a ser distinto. Aquí haces algo producido por algún sello o sacas algo al mercado y (se supone que) te vendiste, eres un tipo que está vendiendo el rap. Yo no sé si me acepten o no, pero quizás en parte hay cierto respeto por haber visto a este loco que en alguna tocata fea no lo dejaban rapear. Yo siempre en los shows trato de mezclar el disco con las cosas que tocaba antes".

–¿Es ingrato ir contra esas críticas?
"He aprendido a lidiar con eso. Antes me preocupaba, pero ahora me da lo mismo. En otros países los locos tienen una industria con esto y es justamente porque tienen otra mentalidad. Aquí tienen una mente que es muy retrógada. Si me fijo en lo que están pensando no voy a avanzar nunca".

–Entre lo habitual y lo desconocido, ¿lo habitual es el rap que has hecho toda la vida y lo desconocido es hacer un disco así?
"Sí, pues. Lo mismo que dices tú. Le achuntaste".


www.hordatoj.cl

www.potocodiscos.cl
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