Hoy el mundo ha dao una vuelta/ pero no me ha preguntao... canta, con su displicente estilo, Pau Donés en la canción que abre y da título al tercer álbum de Jarabe de Palo. Y esa egocéntrica declaración de principios resulta la mejor frase para definir un disco íntimo, revelador y a ratos excesivamente personal.
Porque sin temor a desnudar su cabeza, el compositor y líder de la banda española empieza lentamente a desatar su rollo de vida. Y aunque en algunos pasajes su prosa no es de la más fina (Un beso dura lo que dura un beso dice en Tiempo), en ningún momento la placa deja de lado esa soberbia y populista inteligencia del trovador urbano, la filosofía del hombre que sabe que la calle enseña más que las aulas y que las heridas de amor lucen bien con las canas y el trasnoche.
Pero esa mirada, que tanto gusta a los fans y que aún más desprecian los del bando contrario, puede llegar a obviarse frente a la solidez musical del álbum. Una fórmula que mezcla estilos, fusiona colores y acepta la irrupción de invitados - Jovanotti está divertido en Tiempo y Celia Cruz aparece cortesía del sampler en Dos días en la vida- sin perder el rumbo.
A nivel de sonidos, De vuelta y vuelta entretiene y sorprende con sutilezas. A nivel de discursos, como todo dogma, depende... Bueno, ellos mismo lo dijeron hace unos años.
Pablo Márquez F.
