Disco tras disco, Marillion alimenta su fama como grupo de culto, de ésos que tienen permiso para todo.
Como presentar en su último trabajo una larga (y hermosa) canción de más de nueve minutos llamada When I meet god, junto a otra larga (y pretensiosa) composición titulada This is the 21st century. Ambas - al menos por su extensión- , un auténtico lujo en la estrechez de la música actual.
Viviendo al margen, o al menos pretendiéndolo, la banda ofrece productos raros. Por ejemplo éste, que - en sus ocho temas - mezcla rock, rock progresivo, noise, ambient, rap y un poquito de soul, entre otras cosas de difícil enumeración, para ofrecer atmósferas dignas de vestir sus preocupaciones: el mundo de hoy, los niños, el consumismo, la propia rareza...
Para sus seguidores, debe ser un lujo. El resto puede quedarse con Map of the world, que, por extensión y formato, está claramente destinada al vulgo.
Jimena Villegas