Sufriendo o gozando a mares, Rosana Arbelo, la voz española del momento, muestra con energía que basta una simple guitarra para retratar el mundo de las mujeres. Esa realidad tan mágica de las cantautoras que, con clase, aquí entretiene, emociona y a ratos deja fluir más de algún coqueteo con la comedia.
Futuros himnos hay varios: el sentido bolero "Donde ya no te tengo", la notable fractura de "Pa' ti no estoy" (una elegante forma de despecho) y, algo más cercana a "Fuego lento", la exquisita alegría con aires de rumba titulada simplemente "Hoy".
Rosana, con su tercer disco, se pone a tono con su notable debut ("Lunas rotas", 1996) y supera con creces el mareo de altura que le vino con su segunda placa ("Lunas nuevas", 1998). El karaoke aquí está asegurado. Un dato fijo: "Mil y una noche", el homenaje con aires mexicanos a "Y nos dieron las diez", de Sabina. Pura potencia.
Pablo Márquez
