En "Aquamosh", dos mexicanos, Rosso y Jonás, despliegan un imaginario sonoro sólo comparable al que los norteamericanos Beastie Boys estrenaron en la escena hip hop a mediados de los '80. Alumno aventajados de esa nueva escuela rap rock lounge que comienza a imponerse en latitudes latinas, el dúo exhibe en su debut un álbum marcadamente ecléctico. Al alero de un single atrapamedios como es "Mr. P. Mosh" se refugia un álbum de largos paseos instrumentales, donde los sabores de la bossa nova y el hardcore se mezclan con audacia y medida, como sucede en ciertos deliciosos platos agridulces. Música plagada de reminiscencias rockeras, raperas, latinas y folletinescas, "Aquamosh" es opción esencial para quienes presientan una escena latina estancada entre el folclor y el punk: el continente ha dado luz a su propio Beck.
Paula Molina