A pocos discos les cae tan bien ese lugar común de luces y sombras como a "My love is your love", el primer álbum de la cantante estadounidense Whitney Houston desde 1990. El disco se inaugura con "It's no right but it's okay", una aterciopelada pieza de secuencias programadas y percusiones sobre las cuales la voz de Houston se desliza con fluidez y atractivo. En la misma línea siguen al menos otros tres temas del disco, como "If I told you that" o "Heartbreak hotel" (ojo, no se trata de un cover del clásico de Elvis Presley).
Colaboradores como los raperos Wyclef Jean - quien escribió el tema que titula al disco- y Lauryn Hill, ambos del trío Fugees, o Missy Misdemeanor Elliot, colocan algunos medidos toques contemporáneos que, en el caso de intérpretes tan conservadoras como Houston, sólo cabe agradecer. Nada para asustar a sus audiencias más tradicionales, en todo caso. La Houston de "I will always love you" sigue viva en más de la mitad de su álbum y surge con especial claridad en temas como "When you believe", un melifluo dúo con Mariah Carey que figura como tema principal de la banda sonora de la película de dibujos animados "El príncipe de Egipto".
En uno y otro vértice (conservador y contemporáneo) aparecen ciertas debilidades. No se trata de un disco abrasador, pero posee una innegable elegancia. Grabado en sólo ocho semanas, según los escépticos de siempre el álbum resultó de un apurado viraje de última hora: originalmente, Houston debería haber grabado una antología de grandes éxitos, pero el proyecto cambió por un disco inédito para evitar la competencia con el recopilatorio que Carey sacó a la venta hace dos semanas. Si fuera así, "My love is your love" comprueba cómo un talento es un talento bajo cualquier condición. Houston despliega con relajo y estilo sus agradables capacidades vocales y ofrece un álbum que nivela e incluso sobrepasa su discografía anterior.
Paula Molina
