En estos registros de 1944 de las sonatas "Primavera" y "Kreutzer" conviven la sobriedad del piano de Claudio Arrau con el fogoso violín de Joseph Szigeti. Son dos formas distintas de abordar el genio de Beethoven en estas obras maestras. Los resultados de esta contraposición de estilos son de mucho interés. El sonido está bien preservado.